Alan Smithee: la muerte del director de cine
Alan Smithee es un anagrama de The Alias Men.
Es el pseudónimo que utilizan los Directores de Hollywood cuando el resultado de sus películas les avergüenza.
Entonces, si el producto no es de su gusto, la producción hizo lo que le dio la gana, en la edición o montaje cortaron según cualquier criterio, lo alteraron completamente o ha pasado por la mano de muchos directores: la firma será la de Alan Smithee. Y listo. Liberado de la desgracia cinematográfica.
Con justa razón en algunos casos, otros, más antojadizos, que tienen que ver con discusiones y comidillo dentro del estudio.
Inundado en dudas. O sin querer saber nada. Cuando no hay solución.
El golpe sobre la mesa.
La historia cuenta que la primera vez que se acuñó el término fue en 1967 para «Death of a Gunfighter». La estrella Richard Widmark tenía una relación bastante poco católica con el director Robert Totten, y como Widmark pesaba más, se salió con la suya y logró sacarlo de raíz.
(¡Como yo debería hacerlo contigo!).
Así que, raudos, consiguieron a Donald Siegel. Éste apelaba a que habían grabado similar cantidad de escenas y que no debía figurar únicamente su nombre. Totten, más en el estilo furioso, no quería nada. No hubo acuerdo. Ninguno de los dos quería su nombre en los créditos. El Sindicato de Actores les sugirió el de Alan Smithee, quien comenzaba su carrera que a la fecha ha realizado 77 películas.
Capítulos de MacGyver, The Twilight Zone, Nikita, Videoclips como «I Will Always Love You» y otros de Metallica, Jennifer López, The Strokes, Wu-Tang Clan, Sarah McLachlan o «Maria» de Blondie, han cedido su puesto a Alan.
Hicieron la versión para TV de «¿Conoces a Joe Black?» de Martin Brest, quien, aparte de realizar la maravillosa historia de Joe Black, hizo «Perfume de Mujer», pero tuvo que terminar dirigiendo Alan esta vez. Hicieron la versión para TV de la película «Dune» de David Lynch, quien estuvo de acuerdo en primera instancia, pero tiró para la cola. El trabajo de Edición le pareció hórrido. No la pudo reconocer.
(¡Como yo debería hacerlo contigo!).
Na’ que ver po. Hasta diosito les diría que no.
El final de esta historia, y la muerte de Smithee, comienza con la realización de la película «Burn, Hollywood, Burn — The Alan Smithee Film» en 1997. Una meta-película que parodia la existencia de este mito, en donde los actores están haciendo de la película un desastre y la vida del realizador, imposible.
Lo chistoso es que su mismo director, Arthur Hiller, decidió firmar con el pseudónimo.
Pero nada los salvó. Fue nominada en nueve categorías en los Premios Razzies. Algo así como los AntiOscar. Ganó en cinco. Otros afortunados han sido la saga «Crepúsculo» en Peor Película y Peor Elenco, Adam Sandler se lo llevó como Peor Actor y Rihanna como Peor Actriz de Reparto.
Y bueno, como ya le habían corrido mucha mano al nombrecillo, la Asociación de Directores guardó reparo. Y éste ha quedado prácticamente en desuso.
De ahí, han aparecido unos “Thomas Lee”, “Stephen Green”, “Declan Dale”.
Y aquí viene la reflexión, lejos de la anécdota. En la glorificada cinta «Bohemian Rhapsody” (puaj!) el director Bryan Singer fue despedido en medio de las grabaciones. La películaza la tomó primero uno y después pasó a otro. Tres directores.
La figura del director se difumina. Hay casos en que incluso han dejado la casilla vacía.
(¡Como yo debería hacerlo contigo!).
Globos de Oro, Oscar para todos, pero del director: mutis.
Se define Director como «Autor de la película». Pero, ¿si aclaman una película sin director, qué importa si hay o no hay uno?
Me voy. No sin antes dejarlos en compañía de los mejores momentos de los distintos Alan Smithee.
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