Lo más patético que nos ha dejado la industria de la navidad
El mundo se caracteriza por una carrera, no solo individual, sino también social.
El Sistema está construido de tal forma que el que no corre a la misma velocidad que los demás, no sobrevive. Y hablando de sobrevivir, en la subcategoría “vivir”, nada más horrible que vivir para valores ficticios. Ajenos a la vida.
Uno de estos es la navidad mentira, la unión de la familia, bla, bla, bla. Es la misma cuestión que Halloween, pero se remonta antaño.
Nunca fue de nosotros esa fiesta. No así como la cañita de vino, los curados tirados en la calle y el rico olor a animal asado por toda la ciudad. ¡Eso sí que es nuestro!
Vamos dándole a la ilusión de la felicidad. La exaltación del ego y varios de los pecados capitales.
¡Así se vive mejor!
Mentira, oh. Como dijo Bolaño «La felicidad perfecta, o su búsqueda, engendra inmovilidad o campos de concentración».
Lo bueno es que estas fiestas nos traen cosas tan horribles y de tan mal gusto, que son divertidas.
🎄 El amigo secreto. Nada peor que te obliguen a hacer un regalo. Te puede salir el peor CTM de la oficina, pero dale, hay que hacerle un regalo. Parecer amigos. Es horrible que más encima te imponen un rango de precios entre los cuales debe fluctuar éste. Como si, por ejemplo, hacerle un regalo a un verdadero buen compañero de trabajo, no fuese válido hacerlo con tus propias manos y cariño. Un cuadro, una libreta, un collar.
🎄 ¿Papel de regalo para hombre o mujer? Yo me pregunto desde cuándo existen los papeles de regalo que vienen con sexo incluido. Es tan estúpido como el celeste y rosado para las guaguas. ¿Por qué tratar de inculcar idioteces de adultos en un mundo de niños? Qué abran sus regalos tranquilos. Incluso, si les salta la duda por el color o el diseño del papel, puedes desarrollar un espacio nuevo. Como niños que son, tienes todo un universo para abrirles.
🎄 “No quiero que me regalen nada”. ¡Anda a acostarte! Si en verdad no te interesa el jueguito de la navidad, pide los calcetines al menos. Ya estamos hasta el cuello metidos en esto. No falta la tía hiperventilada con la festividad, y en verdad, ni ella ni nadie quiere verte sin abrir tus calcetines. Es mejor opción no asistir y mantenerte fiel a tus principios antinavideños.
🎄 “¿Y a tí, qué te regalaron?”. Insoportable. Nada más aburrido que te hagan contar tus sueños, tus vacaciones. O peor, qué te los cuenten sin que lo pidas. Me imagino que, en el fondo, cuanto te preguntan eso es porque el otro te quiere contar. Si quisiera decirle a alguien me regalaron tal o cual, lo hago por mutuo propio.
🎄 Qué te miren mientras abres los regalos. Los silencios son hermosos, pero este es horrible. Tratan que sea natural, una naturalidad absolutamente falsa, tratan, los muy muy, de resaltar los afectos, pero solo para esa fecha. ¡Así no vale! Más encima, te han interrogado cada vez que han podido. Toda la noche.
🎄 La decoración. Este tema debe ser el que se lleva el premio mayor a lo más patético. Esa estética entre Camp y Kitsch, hórrida. Ese brillo, esa luz, esos colores. Hay accesorios feos y otros muy feos. Esas son las únicas dos categorías. No hay un solo adorno lindo. Y más encima están como hasta marzo ahí. Estáticos. Con nieve, cuando estamos muertos de calor. Tanto brillo, tanta luz chillona. Cuando te piden que les ayudes a “armar el arbolito”, uff, llevo todo el año desenredando los audífonos, como para estar desenredado esos tres metros de luces. Oh, y las luces del vecino. Me muero.
🎄 La figura de el Viejo Pascuero. Es odiosa esa ilusión que le hacen a los niños. Después ese niño va a dejar de ser niño, va a crecer y te va a decir: “¡Me engañaste!”. Apuntándote con el dedo y los ojos punzantes. Demás está mencionar que el Viejo ese, en sus múltiples formas de retratarlo es igual o peor que IT.
🎄 Las bromas fomes. He visto unos videos siniestros en que le entregan a un niño la caja de un PS4. Abre la caja y hay un pedazo de cartón que traía la leyenda “pórtate bien en el colegio y el próximo año, quizás”. El pobre, saltaba. Ahora llora. Como niño que es.
🎄 Esa música de mierda. “Noche de paz, noche de amor”, “los peces beben en el río”, las canciones de Mariah Carey, y más nocivo aún, las versiones en español, las odas musicales que ha hecho “El Sol de México” para esta fecha. Podridas. Fecha de fruta confitada, de cola de mono, de esa programación en la TV, donde todo se resuelve, se sana, se encuentra el amor, se arreglan las peleas a medianoche, y donde lo único que salva es «Mi pobre angelito» aunque la vengamos viendo hace dos décadas. Por suerte es una sola vez al año.
🎄 Empieza como dos meses antes. Oye, recién terminó Halloween, te vacían las góndolas y reponen el mismo día lo que corresponde a Navidad. ¿Qué les pasa? Entiendo la sociedad de consumo, pero esto ya es insano. Si al final, aquella sociedad de consumo, como su nombre lo dice, va a terminar comprando igual. ¡Por favor, no nos sometan a este suplicio dos meses antes!
POR LOS NIÑOS VALE LA PENA SOPORTAR TODO ESTO.
LA NAVIDAD ES PARA ELLOS.
Ellos son esa caja donde se esconde lo auténtico.
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