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"Me dieron, me dieron": Marisela Santibáñez reveló anécdota cuando presenció asalto y delincuentes la amenazaron con pistola

Una divertida anécdota fue la que contó la diputada Marisela Santibáñez a Pamela Díaz, en la que recordó cuando una vez fue testigo de un hecho delictual, en plena comuna de Providencia, donde creció durante su infancia y adolescencia.

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"Una vez me intentaron matar", partió narrando la diputada al programa "Sin editar" de Pamela. Luego prosiguió su relato rememorando que tenía unos invitados en su casa, a quienes, con intención de agasajarlos, les fue a comprar una cerveza a una botillería cercana.

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"Me dieron, me dieron"

Grande fue su sorpresa cuando, al salir, de la botillería, con sus manos cargadas, escucha un grito despavorido de una víctima de la delincuencia. "Me robaron, me robaron", oyó a sus espaldas Santibáñez, por lo que se dio vuelta para ver a la persona que estaba pidiendo auxilio.

Al girar, nota que vienen dos delincuentes corriendo hacia ella. "Uno grande y uno chico. Venían como con un plumón de cama y el otro, traía un neumático. Una cosa extrañísima (...) yo miro, y me mira el negro, y me dice, 'mira para otro lado chuche...'", contó.

 

Marisela Santibáñez

 

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Marisela de inmediato le hizo caso y volteó su cabeza contra la pared. Con su vista lateral, notó que los delincuentes se subieron a un auto que los esperaba en la esquina. La curiosidad le ganó y giró para ver cómo abordaban el vehículo, lo que provocó la ira del mismo delincuente que le había advertido que no los mirara.

Y es que Marisela, con sed de justicia, quería mirar al menos la patente del auto en la que se movilizaban los hampones para darle dicho dato a una amiga, cuyo padre era autoridad en Carabineros. Por lo anterior, nuevamente volteó su cabeza, pero no pudo ver nada, puesto que la placa estaba volteada en sus extremos.

 

Marisela Santibáñez
Marisela Santibáñez

 

El auto comenzó a andar y circuló en la misma dirección en que iba caminando Marisela quien, dubitativa, siguió con su camino. Desde el interior del vehículo, el ladrón, antes de doblar, sacó una pistola por la ventana y la apuntó. Santibáñez, inmovilizada, no sabía qué hacer.

Una vez en la esquina, el vehículo dobló y justo sintió un golpe en su ojo. "Siento una hue... pa, 'me dieron, me dieron', en el ojo... y me había pegado con una rama, había unas ramas de una enredadera y voy caminando y me entra (...) el auto desapareció y (yo dije) 'ah no, no me dieron nada'", concluyó entre risas.


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