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Hit Man: La nueva película de Richard Linklater que mezcla acción y comedia romántica en Amazon Prime

Llegamos tarde, pero llegamos. A veces, lo importante es simplemente llegar, sobre todo en el cine, que maneja sus propios tiempos de comprensión y de impacto. El desfile de películas que pasan por las salas es frenético y, muchas veces, precoz. Es normal perdernos, pasar de largo por una sala en la que teníamos pensado entrar. La vida no es azarosa y, tarde o temprano, nos encontramos, en este caso, con Hit Man, que llegó a Amazon Prime.

Tras la historia, encontramos a un impoluto Richard Linklater, director de renombre que cosecha fanáticos tanto en el mainstream como entre la crítica. La trilogía iniciada con Antes del Amanecer mantiene un séquito de seguidores dispuestos a derramar lágrimas de amor. Para los sentimentalistas, siempre estará Boyhood. Clásico de culto es Escuela de Rock, piedra angular de la comedia moderna. Las innovadoras animaciones Una Mirada a la Oscuridad y Apollo 10½ no hacen más que posicionar a Linklater como uno de los mejores directores contemporáneos.

Hit Man se presenta como una película noir en toda regla, de esas que incluyen policías infiltrados, una femme fatale y un amor imposible. Basada en una historia real, conocemos a Gary Johnson (Glen Powell), un frívolo profesor de filosofía, separado, con una vida mundana y rastrera, que, en sus tiempos libres, ayuda a la policía en labores de escucha y espionaje. Un día, el policía de campo no está disponible y Gary debe saltar al terreno, haciéndose pasar por un asesino a sueldo, obteniendo confesiones de personas que buscan matar a otros. Para sorpresa de todos, Johnson es bueno en ello.

La construcción de otro Gary, radicalmente opuesto en personalidad, prestancia y belleza, se establece como el motor de la historia: la creación de un personaje obligado a fingir ser alguien más y la habilidad humana de transformarse. La dualidad personificada en el protagonista. Como obsequio, un cuestionamiento filosófico sobre la construcción de la identidad personal.

Es en uno de estos tantos espionajes cuando conoce a Madison (Adria Arjona), quien quiere asesinar a su abusivo marido. En un giro inesperado, Gary empieza a ayudarla y el inevitable romance florece. Aunque se presenta como una película policial, Hit Man es en realidad una comedia romántica de antaño: absurda y, al mismo tiempo, hilarante como pocas.

Por momentos, Linklater recuerda los mejores trazos del género, como si de Billy Wilder o Ernst Lubitsch se tratara. Una comedia que se enfoca en la acumulación de situaciones cómicas, esperando siempre el momento adecuado para el remate, con sutileza en la acción y el humor siempre presente. Este tipo de humor requiere una construcción compleja: no hay golpes fáciles ni chistes simplones donde reposar la narrativa, sino una concatenación de momentos que provocan una sonrisa constante.

La película se apoya en la relación de los protagonistas, en secundarios muy bien escritos y, sobre todo, en su retrato del mundo de los asesinos a sueldo. Con un giro al mito de esta profesión, Hit Man desarma todos los estereotipos y construye una historia que bordea, cruza y estaciona en diversos géneros, manteniendo la comedia como ancla.

Son los galanes de antaño quienes sostienen la película. Ya hemos hablado del carismático Glen Powell, figura ascendente de la escena. Este ha sido un año consagratorio para él: a Hit Man se suman Twisters y Con todos menos contigo. Powell es el común denominador del éxito, posicionándose como el galán que en su momento fue William Holden o Humphrey Bogart. Por su parte, Adria Arjona (Andor, Blink Twice) también está impecable, creando una pareja gloriosa. La hija del cantante Ricardo Arjona, siempre defendido en esta tribuna, se ha posicionado como una de las actrices más prometedoras de su generación, demostrando una facilidad para la comedia incuestionable.

El cine tiene formas diversas de encontrarse con nosotros. No todas las películas deben cambiar vidas ni todas las historias deben mover los cimientos más profundos de nuestra personalidad. Hay historias cuya única labor, humilde pero destacable, es hacernos pasar un buen rato. En esa tarea, Hit Man es un especialista, tan preciso como un asesino a sueldo. Linklater se libera del peso de la cátedra y de cambiar el mundo. Como decía Billy Wilder: "Para mandar mensajes, utilizo el correo". Entretenimiento puro mediante dos horas de comedia deslumbrante que, al final, nos deja felices, y eso, de alguna manera, nos convierte en mejores personas.

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