El Hombre de los Sueños: El Onírico viaje a la fama
- Por Esteban Beaumont
El Hombre de los Sueños (Dream Scenario) es la nueva película del noruego Kristoffer Borgli. Basada, en origen, en la historia de internet del hombre de los sueños, la película trata sobre el profesor Paul Matthews (Nicolas Cage) con una vida de lo más mundana. Sus clases no son muy entretenidas, una colega le intenta robar su investigación y su sueño de escribir un libro es cada vez más lejano.
Todo cambia de un día para el otro cuando varias personas comienzan a soñar con él. Todos los sueños son iguales, solo está ahí, no hace nada, no se involucra en el sueño.
Matthews se vuelve una estrella, un fenómeno de internet, sus clases se llenan, le piden fotos, vive la vida que deseaba, hasta que todo comienza a volcarse en su contra.
Borgli ya lo había demostrado con su película anterior, Enferma de Mi (Disponible en MUBI) y es que el noruego tiene una habilidad sublime para barajar el humor y el terror de manera constante. Una comedia hilarante con toques fantásticos y del suspenso más terrorífico, el sello del director es clarísimo y promete una carrera sublime.
Hay un tema con la fama en el siglo XXI reflejado de manera impecable en la historia. Lo vertiginoso y expedito en que una persona se puede convertir en famoso por las redes sociales es abrumador. El personaje de Cage lo hace mediante los sueños de la gente, algo que hacemos todo, que todo le dedicamos varias horas al día, algo que es parte de nosotros… Como el teléfono e internet. La voracidad de la fama se alimenta de un hombre que sufre de una crisis de la mediana edad, la desesperación de ser alguien, de dejar un legado (ojalá sea el legado más intelectual posible).
Una historia hija de Charlie Kaufman, un Nicolas Cage destacado por la crítica y un acto final estilo Black Mirror, la película es un onírico reflejo de una cultura que es tan generosa que está dispuesta a hacer famoso a cualquier persona, pero también es tan afilada que no le tiemblan las garras para cancelar a una persona. Son las contradicciones de un mundo con evidentes problemas en crear un marco moral.
El patetismo de una persona desesperada por caer bien, la crítica acorazada a la publicidad ridícula y sin miramientos, la herencia del terror entre sábanas de "Freddy Krueger" y el mejor chiste de peos en años. Todo eso es El Hombre de los Sueños, una licuadora llena de los males (y debatibles virtudes) de un mundo que obsesiona a Borgli. Y el resultado es un batido con un sabor sumamente chistoso, pero con un gusto extraño. Y extraño en el buen sentido. Nadie puede negar que la película es una hilarante comedia de humor negro. Pero dudo que alguien reclame si le dicen que es una película de terror social. Por momentos es un drama constituido en la crisis de mediana edad humana. El toque fantástico impregnado en los sueños es interesantísimo.
Una película interesantísima que esconde de gran manera nuestra relación con internet y con los famosos fugaces. Cómo los creamos y despachamos como carne de entretenimiento, sin importar el ser humano que se esconde tras la fama. Un viaje que ni en nuestros más originales sueños habíamos ideado. El Hombre de los Sueños ya está disponible en cines.
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