"Estuve a punto de tirar la toalla": Romina Sáez tras tercera operación en el rostro luego de sufrir fuerte golpiza
Un complejo momento de salud es el que ha enfrentado la recordada bailarina y participante de "Mekano", Romina Sáez, durante los últimos meses, luego de que en marzo de este año sufriera una brutal golpiza.
En ese entonces, Sáez, junto a su madre, denunciaron que unos arrendatarios morosos de una casa que la exfigura televisiva tiene en San Joaquín, le pegaron luego de que se les cobrara una renta impaga.
La pareja de deudores que vivía en la residencia atacaron a Romina con golpes de puño e, incluso, utilizaron un bate para provocarle graves lesiones en el rostro. Fue ahí que comenzó la pesadilla de la exMekano.
"Estoy con vida y cesó el dolor"
Resulta que después de ese violento episodio, Romina tuvo una primera evaluación médica "errada" y fue en su segunda visita con un especialista que se determinó que tenía "una fractura nasal, fisuras en los pómulos y problemas en la órbita del ojo derecho", contó a LUN.
Al comenzar la primavera, la mujer empezó a sufrir fuertes molestias y le detectaron una infección en el lagrimal que la obligó a pasar por el quirófano a mediados de octubre. "Termine con una bola, una masa en el ojo", lo que le produjo "el dolor más fuerte que he sentido en mi vida".
Asimismo, comentó que "tenía un dolor terrible y ahí le dijeron a mi mamá que me quedaba acá, que podía perder el ojo". De hecho, debió someterse a dos cirugías más, la última fue el pasado miércoles 2 de noviembre, ya que los médicos encontraron un cuerpo extraño entre el pómulo y la nariz.
Posterior a la intervención, Sáez declaró que se está recuperando, sin embargo, dijo que sufrió "dolores tan fuertes que pasaron muchas cosas por mi mente. Fue sumamente complicado, porque te agarra la parte sicológica, estuvo a punto de tirar la toalla".
Finalmente, aseguró que "me siento tranquila porque estoy con vida y cesó el dolor". Además, detalló que ahora solo restan procedimientos para ver la parte estética, para que las secuelas sean lo menos notorias posibles.
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