De la prisión al activismo penitenciario: ¿Cómo vive Anna Sorokin, la inspiradora de la serie Inventando a Anna?
- Por Meganoticias
Activismo penitenciario: ¿Ficción o realidad?. Con Ana Sorokin, la mujer cuya vida inspiró a Inventando a Anna, la famosa serie de Netflix; cualquier opción puede ser la respuesta. Usted elige qué creer.
La joven alemana labró un camino dudoso con las estafas que una corte de Nueva York le atribuyó en 2019: Cumplió condena de 4 años por robar 200.000 dólares a bancos y amigos.
Al librarse de otros 17 meses bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, Anna ve en el activismo penitenciario una parte de su nuevo estilo de vida.
Fake German heiress Anna Sorokin also known as Anna Delvey was seen all dressed in black and wearing an Ankle monitor to meet parole officer in New York 👀 pic.twitter.com/USnd4uRoYG
— 🦋KARINA🦋 (@girlwholovegoss) October 16, 2022
Anna Sorokin y su vida fuera de prisión
La noche del 7 de octubre, medios internacionales supieron que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas dejó en libertad a Anna Sorokin, algo que le permitirá luchar para evitar su deportación a Alemania.
En este proceso, Anna busca reinventarse. Esta vez no cuenta con amigos que le presten dinero para solventar sus deudas económicas, pagar lujosas habitaciones de hoteles o grandes limusinas que la trasladen de un lado a otro.
Ahora paga 4.250 dólares al mes por un apartamento de una habitación en East Village, un barrio ubicado al lado este de Manhattan. En la azotea del edificio, ha protagonizado sesiones fotográficas con ropa de moda y de marca, con los que intenta ocultar el monitor de tobillo que le colocaron al salir del centro migratorio.
Ana Sorokin ojadila je elitu Njujorka... pic.twitter.com/VbYalxq0Ml
— SAMO ČOVEK (@CovekSamo) October 26, 2022
La cancelación de una fianza de 10.000 dólares a cambio de libertad condicional del centro migratorio tampoco le impiden gastar 160 dólares en Uber para llegar a su cita mensual con el juez.
Las ideas forjadas en prisión
La plataforma Netflix le pagó 320.000 dólares por los derechos de su historia. “El dinero se me acabó antes de salir de prisión”, declaró al The New York Post al decir que gastó el dinero entre pagar abogados y el proceso judicial.
El País de España reseña que durante sus días en prisión, Ana dibujó y que sus piezas fueron vendidas en una exposición por 10.000 dólares cada una. Cree que sus apuntes en prisión pueden traerles buenos dividendos.
También planea hacer un podcasts. “No todas mis ideas son ilegales”, dijo a periodistas que la abordaron antes de presentarse frente a un juez.
Incluso, se dice que su foto junto a la actriz Julia Garner, quien la interpreta en la serie, también podría ser vendida. Piensa que puede ayudar a otras reclusas a sobrellevar los conflictos que genera estar en la cárcel y participar en la reforma del sistema penitenciario.
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