Exige que le planchen el pijama todas las mañanas: Conoce algunas manías del rey Carlos III
- Por Nicolás Escárate
Han pasado solo días desde la proclamación del rey Carlos III en el Reino Unido, y el primogénito de la fallecida reina Isabel II ya ha mostrado algunos aspectos de su personalidad que han despertado suspicacias entre los ingleses y los seguidores de la monarquía británica.
El primero ocurrió durante el sábado 10 de septiembre, cuando se enojó con el servicio real al momento de firmar la proclamación, ya que en la mesa seguía el estuche del lápiz encima, lo que dificultaba su posición al estampar su rúbrica en el documento donde oficialmente asumía las funciones como nuevo soberano.
El segundo episodio ocurrió durante este martes 13 de septiembre, y también hubo un lápiz involucrado. Su molestia esta vez vino luego que una pluma con la que también debía firmar unos documentos, le terminara manchando sus dedos.
Las manías de Carlos III
Estos dos momentos son solo una muestra de algunas de las manías o "mañas" que tiene el nuevo monarca de Inglaterra, de las cuales mucho se han hablado en libros y documentales, de la boca de las mismas personas que han trabajado con él en algún momento de su vida.
En el documental "Serving the Royals: Inside The Firm", el exmayordomo de la princesa Diana de Gales, Paul Burrell, reveló que el rey Carlos III exige a algunos de sus 120 empleados directos que le planchen el pijama todas las mañanas y, además, los cordones de sus zapatos. Al momento de bañarse, exige que el agua de la ducha esté en la temperatura "tibia", existiendo un responsable del agua con la que se baña el soberano.
Burrell también reveló que todas las mañanas, minutos antes de ingresar a lavarse los dientes, uno de sus sirvientes se encarga de dejarle sobre el cepillo 2,5 centímetros de pasta de dientes, ya que Carlos nunca tomaba el dentífrico.
La periodista Tina Brown, que escribió el libro "Los papeles de palacio: dentro de la Casa de Windsor-la verdad y la tormenta", también dio a conocer algunas obsesiones del rey Carlos III, como que en algunos de sus viajes, incluso dentro de Inglaterra, llevaba su cama ortopédica, su tapa de baño y hasta su propio papel higiénico de una marca específica.
Quien también dio a conocer algunas infidencias de la vida dentro del palacio de Windsor con el rey Carlos III fue su exchef, Darren McGrady.
El cocinero, que estaba a cargo de su desayuno, cada mañana colocaba en su bandeja dos ciruelas y una taza de jugo. Cuando la bandeja regresaba a la cocina, siempre había una ciruela, la cual era devuelta al frasco.
Un día, cansado de esto, McGrady decidió darle solo una ciruela en la bandeja. El rey, al notar esto, lo llamó y exigió que le colocara la otra pieza de fruta, solo para devolverla, ya que no se la comió.
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