"Estábamos atorados": Martita Larraechea revela desconocidas anécdotas de su almuerzo con la reina Isabel II
- Por Nicolás Escárate
Una de las mujeres que logró codearse con la fallecida reina Isabel II fue la ex Primera Dama, Martita Larraechea, quien detentó ese cargo entre los años 1994 a 2000, cuando su marido, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, era el Presidente de Chile.
Ambos realizaron una visita a Londres, la que no tenía contemplada una cita con la reina Isabel II. No obstante, tras conocer que la pareja presidencial estaba en suelo londinense, Larraechea asegura que la monarca los invitó a un almuerzo en el palacio de Buckingham.
"Ella nos invitó a almorzar, cosa que fue bien extraordinario. Ella tenía tremendos recuerdos de Chile (...) fue muy lindo", rememoró Martita en el matinal "Mucho Gusto".
El almuerzo entre Martita y la reina Isabel II
Martita reconoció que esta instancia no la preocupaba en particular, aunque tomó ciertos resguardos, como lucir prendas en un solo tono y llevar guantes para proteger sus manos.
Tras saludarla, y notar que la reina andaba sin guantes, ella se los retiró y después entró a un salón del castillo, en el cual les dieron un pequeño trago para amenizar la espera del almuerzo, que vino después.
"De ahí nos pasaron al comedor, y estaba sentada la reina al frente mío", contó Martita, señalando que Eduardo Frei se sentó al lado derecho de Isabel.
"Los platos iban en relación con la comida que estábamos comiendo. Iban cambiando la vajilla a medida que íbamos comiendo", añadió la ex Primera Dama, quien no recuerda exactamente qué consumieron.
Anécdotas con el protocolo
De lo que sí se acuerda Martita era del estricto protocolo al momento de comer. "Nos sirvieron el primer (plato) y la reina y el príncipe comieron inmediatamente (...) Yo cuando iba a empezar a comer, el príncipe comenzó a hablar. Como al tercer plato les fui tomando la onda", contó entre risas, destacando que el matrimonio engullía sus alimentos con mucha rapidez.
Una experta en protocolo que visitaba el "Mucho Gusto" enseñó que en una cena con la reina se debe imitar lo que ella hace. Es decir, si ella come, todos comen.
Con sinceridad, Martita asumió que "eso es lo que hicimos. Eduardo y yo estábamos atorados cuando estaban hablando, ahí fallamos", dijo entre risas.
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