Exprincesa de Amor Ciego 2 habla sobre su maternidad: "Desde el mes y medio de embarazo que el papá está inubicable"
- Por Ana María Lizana
La exprincesa de "Amor Ciego 2", Jenny Contardo, fue madre nuevamente y su bebé, Dominga Contardo, ya tiene dos meses de vida. Sin embargo, el proceso no fue fácil, ya que tuvo que afrontar sola el embarazo.
"Cuando supe que estaba esperando guagua otra vez estaba feliz, para mí era un milagro. Pensé que las cosas iban a ser diferentes, pero acá estamos con mis dos pequeñas saliendo adelante", confiesa en conversación con LUN.
Cabe recordar que Contardo estuvo casada, relación que terminó en 2018 y de donde tuvo a su primera hija, Florencia. Posteriormente, en 2021, conoció a otra persona, con quien tuvo a Dominga. Sin embargo, la persona se borró del mapa.
"Desde el mes y medio de embarazo que el papá de la Dominga está inubicable. Desde ese momento asumí que el nacimiento sería un proceso en solitario, algo nuevo para mí porque cuando tuve a la Flo estaba casada, entonces igualmente tenía un apoyo", señala.
"Difícil, pero no imposible"
La exprincesa del reality reconoce que el proceso del embarazo fue difícil, pero "no imposible", ya que "una mamá siempre sale adelante".
Sobre ello, cuenta que a los tres meses le dio neumonía, lo que la dejó en cama cerca de un mes. A los cinco meses, se contagió de Covid, transformándose su embarazo en uno de alto riesgo.
"Luego me recuperé y me enfoqué en estar bien para mis niñas y rearmarme", dice Contardo.
"Mamás solteras hay muchas"
Para pasar el embarazo, se fue hasta Talca, donde recibe la ayuda de su hermana y de sus padres. Esa mudanza tuvo como motivo el querer "alejarme de esta situación y tratar de buscar una respuesta" a lo sucedido.
"Sé lo que es ser mamá y mamás solteras hay muchas, no soy la primera ni la única. Todo se puede y en la vida, cuando tienes hijos, tienes que continuar. Aunque a veces tengas ganas de explotar, frente a los hijos siempre hay una risa", manifiesta.
En esta etapa, reconoce el trabajo que han hecho sus padres con ella y la pequeña, siendo el máximo soporte económico y emocional para Jenny.
Sin embargo, dice sentirse frustrada por "no haber tenido buen ojo y que todos los actos que realizamos como personas adultas arrastran a todos los que nos rodean. Sí me da impotencia involucrar a mi familia en circunstancias que podrían haber sido más bonitas".
"Se están haciendo cargo y no deberían. Deberían disfrutar su vida, sin preocupaciones. Me da pena verlos tristes, sé que no duermen por la Dominga para que no le falte nada", lamenta Contardo.
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