Vuelco en caso del vestido de Marilyn Monroe: Museo dice que Kim Kardashian no lo dañó en la Met Gala
Kim Kardashian no dañó el vestido de Marilyn Monroe que usó en la Met Gala en Nueva York, dijo este jueves el museo propietario de la pieza, luego de que fanáticos se quejaran por el estado de la prenda.
Kardashian llamó la atención el mes pasado cuando apareció en el evento usando el vestido que la actriz se puso cuando le canto al entonces Presidente John F. Kennedy en su cumpleaños en 1962.
Un coleccionista de recuerdos de Monroe se quejó esta semana de que el vestido se había rasgado y publicó lo que dijo que eran fotos de antes y después de que Kardashian lo usara, que mostraban cristales faltantes y rajaduras en los sujetadores.
"El vestido estaba en las mismas condiciones"
El museo Ripley's Believe It or Not!, con sede en Los Ángeles, rechazó las afirmaciones del coleccionista, diciendo que Kardashian no había dañado el vestido.
"El uso de Kim Kardashian del vestido del 'Happy Birthday' (que Monroe cantó a Kennedy) ha sido muy cuestionado, pero el hecho es que ella, de ninguna manera, dañó la prenda en el corto periodo de tiempo que lo usó en la Met Gala", dijo el museo en su sitio web.
Luego de que Kardashian lo usara "el vestido estaba en las mismas condiciones" que antes, aseguró Amanda Joiner, vicepresidenta de publicaciones y licencias de Ripley's, quien revisó el vestido ese día.
El museo compró el vestido en una subasta en 2016 por 4,8 millones de dólares.
Estado del vestido en 2017
Un informe sobre el estado de la prenda, escrito en 2017, dice: "varias costuras están tiradas y desgastadas. Esto no es sorprendente dado lo delicado que es el material".
En ese momento ya había "arrugas en la espalda por el uso de los ganchos para cerrarlo", dijo el sitio web del museo.
El vestido en la Met Gala
Kim Kardashian, que había realizado una estricta dieta para poder usar el mítico vestido, no reaccionó a esta polémica en sus redes sociales.
La elección de la prenda estuvo en el centro de las miradas, ya que la empresaria no sólo tuvo que adelgazar cerca de 7 kilos en tres semanas para poder llevarlo puesto, además tiñó su cabello de rubio durante 14 horas continuas para lograr el platinado de la mítica actriz.
La pieza se trata de un diseño ceñido, adornado con más de seis mil cristales cosidos a mano por Jean Louis, pero su dueño original era el coleccionista Scott Fortney. Para conseguirlo, la modelo viajó hasta el museo "Ripley's Believe It or Not".
Pese a sus esfuerzos, durante el día del mencionado evento las cosas no salieron como Kim esperaba, y el vestido no le cerró del todo. Para disimular, llevó una estola de piel blanca que le cubría la parte problemática y no se la quitó en todo su paso por la alfombra roja.
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