Kim Kardashian podría quedarse con la mansión de Hiddens Hills valorada en US$ 60 millones
Nuevas noticias se conocen del proceso de separación que inició Kim Kardashian, al introducir en una corte de Los Ángeles la demanda de divorcio contra Kanye West.
A través de muchas fuentes allegadas a la pareja, se supo que todo será bajo un acuerdo amistoso que evitará que el escándalo cubra a la familia y perturbe la tranquilidad de los 4 hijos que procrearon en 7 años de matrimonio.
De acuerdo al portal de TMZ, Kim permanece con sus 4 retoños en su mansión de Hidden Hills, ubicada en Calabasas, localidad del condado de Los Ángeles, California, y esta propiedad podría quedar en manos de la empresaria, según lo conocido por el medio citado.
Al parecer la pareja puede ya haber acordado que el bienestar de sus hijos es primordial, por lo que deben continuar creciendo en el único hogar que han conocido.
Y aunque el rapero fue el impulsor del proyecto de arquitectura y decoración que hoy reina en la residencia de los West Kardashian, no hay motivos para que el cantante dispute esta residencia. Su rancho en Wyoming se ha convertido en su hogar mucho antes de que se iniciara su intención de ser candidato presidencial, lo que aceleró el principio del fin entre la famosa pareja.
Otro vínculo que cita el medio, es la cercanía del resto de las mansiones del clan de las Kardashian-Jenner con la casa de Kim, lo que es positivo en estos momentos en que requiere el apoyo familiar.
El "monasterio minimalista" de Kim Kardashian
Kim Kardashian y Kanye West adquirieron la mansión en el 2014 por 20 millones de dólares, valor que subió a 60 millones de dólares desde que iniciaron su remodelación, indica la revista People. Ya la primogénita de la familia, North, había nacido cuando los esposos descubrieron la propiedad mientras caminaban por sus alrededores.
A través de las innumerables publicaciones que realiza la propietaria de la marca Skims en su cuenta de Instagram, los fans han conocido los espacios en los que reina la amplitud y el color blanco, aportando luminosidad por doquier.
Pero fue a través de la entrevista que concedieron a la revista Architectual Digest a inicios del 2020, que se pudo conocer más a detalle el “monasterio minimalista”, tal como la pareja ha calificado el estilo que domina en cada rincón de la original residencia.
Toda la decoración de la mansión quedó a cargo del reconocido diseñador belga Axel Vervoordt, junto a Vincent Van Duysen, de la misma nacionalidad, informó el diario El País.
Muchos acuden a la palabra “raro” para definir el concepto de la mansión. Sin embargo, para los expertos encargados se trata de una filosofía de vida. “Querían algo totalmente nuevo. No hablamos de decoración, sino de un tipo de filosofía sobre cómo vivimos ahora y cómo viviremos en el futuro”, explicó Vervoordt.
Los pocos muebles que adornan la casa son de líneas puras y simples, confeccionados en una tapicería fina, pues son piezas originales de los artistas Royère y Pierre Jeanneret, valoradas en cientos de miles de dólares.
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