Meghan Markle recibe felicitación de la reina Isabel II por su segundo embarazo
El pasado 14 de febrero, justo en el Día de San Valentín, Meghan Markle junto al príncipe Harry anunciaron a través de un portavoz que actualmente se encuentran esperando a su segundo hijo.
"Podemos confirmar que Archie va a ser un hermano mayor. El duque y la duquesa de Sussex están encantados de estar esperando su segundo hijo", informaron, con una fotografía en blanco y negro.
Las reacciones de los seguidores de Meghan y Harry no tardaron en llegar, quienes a través de redes sociales dejaron miles de mensajes con felicitaciones a la pareja. Los que también se refirieron a la noticia fue la familia real británica, incluyendo obviamente a la reina Isabel II.
La reacción de la reina Isabel
Pese a la distancia, pues recordemos que la reina Isabel II vive en Inglaterra y Meghan Markle junto al príncipe Harry están viviendo en Estados Unidos, no quiso quedar ajena a esta noticia.
De acuerdo a información oficial del Palacio de Buckingham, tanto la reina Isabel como su esposo, y toda la familia real se encuentran "felices y les envían sus mejores deseos de felicidad", de acuerdo a AFP.
Esta felicitación calma los rumores sobre la existencia de una relación "tensa" entre la reina Isabel y Meghan Markle, pues recordemos que esta última acusó a la autoridad británica de haber cambiado su nombre en el certificado de inscripción del nacimiento de Archie, incluyendo su estatus real.
Meghan mantuvo la noticia en secreto
Gracias al confinamiento mundial por la pandemia, los duques de Sussex han podido ocultar el embarazo al no compartir más citas desde su residencia en el condado de Santa Bárbara, por lo que las sospechas no habían llegado con antelación.
La sorpresa de un nuevo miembro de la familia real llega después que Markle revelara que tuvo un aborto espontáneo el pasado mes de julio de 2020, lo cual informó mediante un desgarrador artículo para el medio The New York Times.
El segundo bebé de Meghan y Harry hará historia para la monarquía británica, al convertirse en el primer niño de ascendencia real que nacerá en los Estados Unidos, fuera de Reino Unido, después que los duques de Sussex anunciaran renunciar a sus deberes como miembros senior de la familia encabezada por la reina Isabel II.
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