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Las hijas de Carolina Herrera: Las herederas del imperio de la elegancia

  • Por Meganoticias

Aunque son cuatro las hijas que tiene la diseñadora de modas Carolina Herrera, una de ellas es la más conocida. No solo por su papel dentro de la empresa, sino porque también es rostro de la compañía en uno de sus artículos más vendidos: Los perfumes.

Carolina Adriana Herrera, de 51 años, es la tercera de las cuatro hijas de la venezolana. Hace dos décadas se convirtió en directora creativa de la división de fragancias de la marca. Es como su madre, una referencia en el mundo de la moda.

Nació después de Ana Luisa Behrens y Mercedes Behrens, las hijas que la diseñadora tuvo con su primer esposo, Guillermo Behrens Tello. Con apenas 18 años se casó con el empresario y su matrimonio duró siete años.

Luego conoció a Reinaldo Herrera Guevara, un periodista y aristócrata venezolano, con quien contrajo nupcias en 1968 en Venezuela y tuvo a Carolina Adriana y a Patricia Cristina. Cuando la mayor tenía 13 años y su hermana 8 años, la familia partió rumbo a Estados Unidos.

La hija más famosa de Carolina Herrera

Carolina Herrera Jr., como le dicen en el mundo de los negocios, no solo es famosa por su madre. También por su vida romántica, que ha quedado retratada en revistas. Se divorció hace tres años del torero español Miguel Baéz, con quien tuvo a sus hijos Olimpia, de 15 años; Miguel, de 14 y Atalanta, de 11.

Este verano fue fotografiada con el empresario argentino Francisco Bosch. La pareja fue sorprendida en las playas de Ibiza por los paparazzi y las fotos llegaron a los medios. Carolina Adriana tiene fijada su residencia en España. 

Sin embargo, al ser consultada sobre las imágenes, ella fue categórica al hablar de su relación. Así lo hizo con la revista Vanity Fair, en octubre de 2020: "Mi estado civil sigue exactamente igual que desde que me separé hace tres años. ¡Lo que hay es lo que se ve!", dijo.

Patricia, la otra heredera

Su hermana Patricia, de 46 años, tiene una vida privada menos agitada. Se casó en el 2002 en la Iglesia de San Ignacio de Loyola, en Park Avenue, con el empresario Gerrit Livingston Lansing Jr. y tuvo tres hijos.

Trabajó como editora de Vanity Fair, siguiendo los pasos de su padre. Hasta que decidió ingresar al negocio familiar: Ella está encargada de proyectos especiales y además es “una de las embajadoras de la marca en el mundo digital”.

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