¿Por qué José Luis "El Puma" Rodríguez no habla con sus hijas mayores desde hace más de 30 años?

Ni encontrarse de cara con la muerte ha unido a José Luis Rodríguez, “El Puma”, y sus hijas mayores, Liliana y Lilibeth Rodríguez Morillo. Tras someterse a un doble trasplante de pulmones, el cantante sigue alejado de ambas, a pesar de que viven en Miami, al igual que él.

“¡Estamos orando por ti a diario!... te declaro sano en el precioso nombre de Jesús y libre de todo mal... ¡Dios te bendice papá...recupérate pronto!”, fue el emotivo mensaje que su hija menor, Lilibeth, de 51 años, le envió el 18 de diciembre de 2017. Un día antes el cantante se había sometido a la compleja operación.

La actriz y cantante venezolana compartió el texto con una foto de ella y su hermana Liliana, de 53 años, cuando todavía eran unas niñas junto a su padre. En esa época, José Luis Rodríguez todavía estaba casado con su madre, la diva venezolana Lila Morillo.

Cuestionado

Sin embargo, la misma Lilibeth contó año y medio después que José Luis Rodríguez no había contestado sus mensajes. Aseguró en cuatro polémicos videos que no se reunieron y que ni siquiera recibió respuesta a su petición de verlo mientras luchaba por su vida.

Los videos fueron publicados luego que “El Puma” celebró su cumpleaños 76 junto a familiares, amigos y la prensa.

“Nos dijiste que tuviste que escoger entre tú nueva familia y nosotras y habíamos perdido. Y a pesar de eso y de estar libre de culpa, pues nada te he hecho y lo sabes, volví a buscarte, sin que lo merecieras”, escribió Lilibeth el 16 de enero de 2019.

En los videos, su tono fue igual. “Vi con incredulidad cómo fuiste capaz de enfrentar la posibilidad de morir sin volverme a ver”, dijo al inicio. Luego, entre reclamos, aseguró: “Hoy sé que no perdí, no perdí nada porque como padre no vales la pena”.

“Nunca me gustó el escándalo”

Cinco meses después, “El Puma” respondió los señalamientos de sus hijas mayores. En una entrevista para el programa "Suelta la Sopa", aseguró que “toda su verdad” será contada a través de una miniserie. Era mayo de 2019 y el coronavirus no existía.

Reconoció que le pidió a Dios tiempo para solucionar el conflicto familiar que vive desde hace más de 30 años, aunque aclaró que “yo nunca discutí, nunca argumenté nada. En este caso yo nunca respondí a una agresión, nunca. Aparecí como el malo de la película”.

Negó que su actual esposa, Carolina Pérez, fuera la responsable de la separación entre padre e hijas. “Jamás, todo lo contrario. Carolina sirvió mucho a mis dos hijas. Pero han sucedido cosas”, señaló.

Ante los cuestionamientos del reportero respondió: “¿Tú crees que yo odio a mis hijas? Son mis hijas. Son mi sangre, pero nunca me gustó el escándalo. Jamás. (…) Siempre le huí a eso”.

Sería a través de la miniserie que se conocería “ver todo lo que hicimos por ellas”, “todo lo que pasó” y “cómo se fracturó eso”. A más de un año de sus declaraciones, nada ha cambiado.