La particular relación de la Reina Isabel y su esposo
La realeza tiene en la reina Isabel II y en el rey consorte Felipe de Edimburgo una pareja sólida que ha sorteado más de medio siglo juntos. Ella, con 93 años, él de 98, son los monarcas con mayor edad más activos, pero ambos tienen historias personales muy disímiles y hábitos que pocos conocen.
El portal The List precisa que ambos se conocieron cuando Isabel tenía apenas 13 años de edad y comenzaron una relación que no fue del gusto del rey Jorge VI, ya que este joven acomodado, aunque era príncipe de Grecia, no tenía los modos británicos y temía que el pueblo cuestionara la elección de su hija.
Según refiere Time, “Phillip fue criado como un plebeyo, ha lavado platos, ha encendido calderas, incluso ha jugado en un equipo de bolos organizado por el dueño de un pub local”. En cambio, Isabel se acopló de modo vertical al protocolo y no parece disfrutar de la espontaneidad.
Como la realeza se mezcla, resulta que ellos son primos terceros, pero eso no impidió que congeniaran y llevaran un noviazgo en tan tumultuosa época de la Segunda Guerra Mundial. Según el reporte de Time, al rey le molestaba “la risa ruidosa y bulliciosa de Philip y sus modales directos y marinos”.
Sin embargo, para darle madurez a esta decisión, el rey quiso que Isabel esperara hasta los 21 años para casarse, boda que se realizó en 1947 sin demasiada pompa, pues la postguerra no dejaba margen para lujos, tanto así, que Isabel costeó la tela de su vestido de novia con cupones de ración.
Según Vanity Fair, cuando los esposos se residenciaron en Clarence House en 1949, disponían de una habitación para cada uno. "No quieres que te molesten los ronquidos o que alguien arroje una pierna”, reveló Lady Pamela Mountbatten, prima de ambos.
Más pragmatismo que romanticismo. Así se ve esta pareja que pese a personalidades disímiles se han sabido acompañar toda la vida.
Leer más de