"Vivan los latinos": J Balvin deja en lo alto al reggaetón tras Lollapalooza Chicago

J Balvin era el primer artista latino en ser cabeza de cartel en la historia de Lollapalooza Chicago y estuvo a la altura. El colombiano fue el encargado de cerrar la tercera noche del festival en el Grant Park y su show fue la ratificación de que es el rey de la música urbana actual.

Y el título no va solo por sus colaboraciones con artistas como Beyoncé, Rosalía, Ariana Grande, Bad Bunny o Daddy Yankee, sino porque ha logrado transformar su nombre en una marca que traspasa las fronteras latinas y se ha instalado en el mercado anglo gracias a sus ritmos, letras, y un alto nivel de producción sobre el escenario. 

Su show partió a las 21:00 horas en punto con una puesta en escena similar a lo que había presentado en Coachella y Tomorrowland. Apostando a sus hits, hizo bailar al efervescente público principalmente latino donde las banderas colombianas inundaron el espacio.

Sabiendo la importancia de su presencia histórica en el evento, Balvin quiso dejar en lo alto el nombre del reggaetón y no solo interpretó sus temas, sino que también apostó por cantar clásicos como “La Gasolina” ,de Daddy Yankee, e invitó al escenario a Wisin y Yandel. 

Además, el público  cantó a todo pulmón temas como "Oye mi canto", especialmente la frase donde nombra a los "dominicano, colombiano, cubano, mexicano".

“Tuvieron que pasar 28 años para que pasara este momento, nuestro momentos es ahora, ¡Vivan los latinos!”, expresó apelando a la historia del festival. 

Discuso a Trump

Aprovechando la vitrina, el colombiano también se dio el espacio para dirigirse al presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

“Señor Trump, libere a los niños que están en la frontera y regréselos a sus casas”, dijo, sacando aplausos y continuando luego con la fiesta de muñecos gigante, fuegos artificiales y un colorido show que culminó con “Mi gente” en versión electrónica. 

Punto aparte fueron los corpóreos que presenta en su show, mismo que trae a Chile en diciembre. Figuras idénticas a Cardi B o Bad Bunny fueron suficientes para que no se notara la ausencia de los artistas cuando interpretó colaboraciones como "I like it".

Con un sonido impecable, además de un alto nivel de proyecciones y juegos de animación, el colombiano llegó con la experiencia de ya haber enfrentado a públicos masivos, demostrando la solidez de un artista cubierta de una parafernalia y sello propio que configuran un universo y la marca J Balvin como una de las más potentes de la escena actual.