"Yo soy el surrealismo": La importancia de Salvador Dalí para el arte contempóraneo a 115 años de su nacimiento
Por Oliver Rodríguez
"La diferencia entre yo y los surrealistas es que yo soy el surrealismo". La anterior es, probablemente, la frase que grafica de manera más acabada la magnitud y características de la figura de Salvador Dalí, considerado uno de los íconos más importantes del arte del Siglo XX.
Desde sus primeros años, la irreverencia e histrionismo del nacido un 11 de mayo de 1904 en Figueras, Cataluña -115 años atrás- marcaron el camino que terminaría recorriendo: desde niño tuvo problemas en sus lugares de estudio e, incluso, fue expulsado de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, tras manifestar que no había ningún docente calificado para evaluar sus obras.
"Creo que Dalí convirtió su propia persona en obra de arte y eso es muy interesante. Hay un trabajo constante de él de tratar de conseguir esta identificación de todo su cuerpo, acciones, como una obra de arte", señala a AhoraNoticias.cl el artista visual y director del Museo de Arte Contemporáneo, Francisco Brugnoli.
Lo anterior se materializó a través múltiples incursiones en las más diversas disciplinas de las Artes, como la pintura, la escritura, el cine y la escultura, entre otras, a través de las cuales Dalí fue potenciando sus excentricidades, volcándolas y utilizándolas en función de sus obras y, por consiguiente, de su fama y éxito.
Siempre fiel a su estilo, Dalí transversalizó su popularidad a través de los medios de comunicación masiva, como la televisión, en donde protagonizó diversos spot publicitarios para empresas, los cuales han sido clasificados como verdaderas extensiones artísticas de su propia persona.
Comercial de Dalí para Chocolate Lanvin (1968):
"Dalí se convierte por sí mismo en una estrella, en un sujeto mediático. Es un artista que empieza hacer uso de las transformaciones sociales e incorpora la cultura de los medios masivos de comunicación y los hace propio en su obra", expresa Arturo Cariceo, director de extensión del Departamento de Artes Visuales de la U. de Chile.
Estos rasgos megalómanos, profundos en inherentes en su personalidad, produjeron efectos que marcaron de manera indeleble la vida del artista. Por ejemplo, fue desheredado por su padre, ofendido por palabras en contra de su difunta madre, aunque también se asegura que fue debido a que el progenitor jamás aceptó su relación con Gala, la musa y esposa de Dalí, debido a su condición de divorciada.
Método paranoico crítico
Con marcadas influencias del movimiento cubista, dadaísta y en particular del pintor español Pablo Picasso, Dalí, alternando y mezclando técnicas tradicionales y contemporáneas, comenzaría a ser relevante en el surrealismo a partir del año 1929, creando un nuevo método que le permitía comunicar sus miedos y fobias más profundas a través de sus obras y, al mismo tiempo, producir efectos similares en los espectadores.
"Uno de los grandes aportes de Dalí fue darle el protagonismo al delirio en la creación. El trabajar con situaciones irreales y ponerlas en acción en el acto artístico para encontrar vínculos inusitados, fue algo que él aportó y tiene una trascendencia hasta el día de hoy. Es lo que llamó el método paranoico crítico", señala el artista visual Arturo Cariceo.
Foto: Rostro del Gran Masturbador (1929)
Con gran influencia de libro "La interpretación de los sueños" de Sigmund Freud, el método consistía en que, a través de imágenes reales, el artista dejase aflorar todo tipo de obsesiones o las ya mencionadas fobias, dando paso a enigmáticas y, tal vez, caóticas composiciones que, al mismo tiempo, podían producir diferentes efectos en los espectadores.
"Lo que vemos en las cosas no está en las cosas, sino en el fondo de nuestra alma", resumía Dalí respecto a su teoría.
Expulsión del surrealismo
Fue el propio método paranoico crítico el que, junto a factores políticos, terminarían por sentenciar la expulsión de Salvador Dalí del surrealismo, en 1934, principalmente impulsada por André Breton, uno de los líderes del movimiento.
Foto: Persistencia de la memoria o Relojes blandos (1931)
"Su paranoica crítica la distingue del automatismo psíquico, que era el método creado por los surrealistas o que incluso Breton en el surrealismo, que era la libre asociación. O sea, para Dalí no solamente bastaba con que uno relacionase una cosa con otra sin tener ningún tipo de vínculo, si no que, además esa relación tenía que generar en el espectador múltiples interpretaciones a partir de la paranoia", explica Cariceo.
Mucho de este rechazo por parte de los círculos de artistas de su época provenía, también, por su postura frente a la coyuntura política europea, la cual era calificada como ambigua, ya que se negaba a denunciar públicamente el régimen fascista alemán, por ejemplo, haciéndose acreedor de ser catalogado como un defensor de Hitler y, posteriormente, de ser cercano al dictador español Francisco Franco.
Foto: Salvador Dalí y Francisco Franco
"El defiende y habla del arte por el arte, o sea que la obra trasciende cualquier tipo de instrumentalización política, cosa que lo enemistó hasta el final de sus días con las vanguardias históricas que son de reconocido compromiso político. Dalí siempre estuvo jugando en el filo de la incorrección política para todos,", explica el académico de la Universidad de Chile.
Influencia para el pop art
Lo anterior fue, quizás, el principal motivo de la incursión y desarrollo artístico de Dalí en Estados Unidos, específicamenten Nueva York, donde trabajó con cineastas como Albert Hitchcock o Walt Disney, y en donde profundizó su interés por el diseño, especialmente ligado a marcas comerciales, el cual llevó después hasta su tierra natal, donde pasó sus últimos años.
Foto: Logo de Dalí para Chupa Chups (1969)
En ese contexto, fue destacado como un gran influenciador del pop art estadounidense por el propio Andy Warhol, quien es considerado por historiadores y personas especializadas como el principal sucesor de Dalí en cuanto al artista como centro del mundo del arte.
Foto: Salvador Dalí y Andy Warhol
Hoy, la figura de Dalí, fallecido el 23 de enero de 1989, sigue viva, presente. Ya sea en las múltiples referencias y exposiciones que se realizan a nivel mundial de sus obras, como también de su propia persona. Por ejemplo, las máscaras con su rostro utilizadas en la popular serie española La Casa de Papel.
"Dalí acercó el arte a las personas que no están familiarizadas con el mundo del arte: Si tu hoy le preguntas a cualquier persona: 'Nómbreme a sus artistas': Te nombra a Picasso, te nombra a Dalí", concluye Cariceo.