¿Qué hay detrás de estos bebés? El "terrorífico" secreto que esconden los retratos antiguos
A mediados del siglo XIX, los primeros tiempos de la fotografía, tomarle una foto a un niño o un bebé no era tarea fácil.
Lidiar con su humor, movimientos, llantos o desconcentración era un gran trabajo para los fotógrafos, considerando además el gran porte y lentitud de las cámaras que funcionaban con pólvora destellante como flash.
Entonces , ¿Cómo lo hacían para mantener quieto a un bebé durante 30 segundos o más?
El secreto consistía en la técnica conocida como "La madre oculta", donde la mamá se sentaba en una silla y era tapada completamente por un tela, mientras afirmaba a sus hijos en el regazo.
De esta manera, la cercanía materna permitía fotografiar a los más pequeños, obteniendo una instantánea con un bulto negro que le daba un tono terrorífico a las imágenes de antaño.
El libro "The Hidden Mother" recopiló por más de una década fotografías con esta técnica de madre "invisible".
Los editores del compilado señalan que la idea era mostrar que el niño "estaba vivo" debido la la alta tasa de mortalidad infantil de esa época, donde además era costumbre fotografiar a los bebés muertos. Pero además, muestra el grado de invisibilidad que tenía la mujer en ese siglo.