Tras episodios de aves en el Aeropuerto de Santiago: Esta es la particular estrategia que implementarán
Una licitación de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) cobró importancia a raíz de lo que está sucediendo en el Aeropuerto de Santiago desde el viernes 11 de abril: la suspensión temporal de las operaciones aéreas por la presencia de aves.
En una retrospectiva más amplia, el asunto se remonta a 2022, cuando se formó un corredor biológico por el que transitan gaviotas dominicanas sobre el recinto en Pudahuel. Otra causa son los microbasurales en los alrededores, donde se posa la fauna protagonista del problema.
El concurso público de la DGAC pretende ser la solución para las bandadas de pájaros que afectan al Arturo Merino Benítez (AMB). Sin embargo, el organismo reconoce que su pronta implementación no será suficiente para acabar con este particular inconveniente.



La estrategia para acabar con la presencia de aves sobre el AMB
Fue a principios de abril que la Dirección reveló en el Mercado Público su "necesidad de contratar el servicio de control de avifauna a través de vuelos disuasivos con aves rapaces" en el AMB, destinando $180 millones para su implementación, calendarizada para mayo y cuya vigencia será de dos años.
En palabras más concisas, la urgencia de la DGAC se traduce en implementar la cetrería, definida por la Unesco como "crianza, domesticación y entrenamiento de halcones y águilas para la caza de aves de presa".
Para Marcos Álvarez, jefe de los servicios de tránsito aéreo del organismo, la estrategia no basta, "porque (las aves que interrumpen los vuelos) son en gran cantidad. La cetrería ya está pronto a activarse este año, pero no es garantía de que el problema vaya a resolverse", declaró en El Mercurio.
Asimismo, hay que considerar el antecedente de que hay especies aviarias que son más difíciles de ahuyentar. La experta en ornitología, Jadille Mussa, identificó en este grupo a las gaviotas dominicanas y garumas, los queltehues, los tiuques y los jotes.
Recordar que el Aeropuerto de Santiago ya ejecuta otros mecanismos para espantar a las aves: ondas sonoras y repelentes visuales, además de proyectiles no letales.
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