"Me dormí pensando que a lo mejor no iba a despertar": Joven que estuvo 5 días perdida en Valle de Cochamó rompe el silencio
- Por Cristian Latorre
¿Qué pasó?
La joven estudiante de 29 años que estuvo cinco días desaparecida en marzo en el Valle de Cochamó, en la región de Los Lagos, rompió el silencio y relató los difíciles momentos que vivió antes de ser encontrada.
El 9 de marzo, Javiera Coña fue encontrada con vida por familiares que participaron desde el primer día junto con equipos de rescate en su búsqueda, en un lugar caracterizado por contar con un clima extremo y un espeso bosque.
Así fueron las primeras horas de Javiera Coña extraviada
En conversación con 24 Horas, la joven rememoró la travesía que realizó junto a su amiga: “Vinimos a hacer los senderos. Mi amiga lo había hecho, lo quería repetir y yo le dije ‘dale, vamos’”.
Durante el trekking se separaron: “Ya nos había pillado la noche, eran las 18:30, ya estaba oscureciendo y nos quedaba la mitad para llegar a nuestro camping. Decidimos que era mejor separarnos. Ella iba más rápido porque estaba acostumbrada a ir con las mochilas”.



“Me fui quedando atrás, estaba más cansada, me dolía los hombros y con la lluvia era peor. Seguí caminando y ya no había un camino marcado”, recordó.
Javiera se vio sola y comenzó a desesperarse, sin embargo, el tiempo y las condiciones la obligaron a tomar una importante decisión: “Entré en desesperación, pero 5 minutos. Dije 'tengo que buscar dónde pasar la noche', porque ya eran las 8 de la noche”.
LO ÚLTIMOGrabó videos
“Ya son las 08:05 y volví al mismo lugar a donde estaba”, dice Javiera en uno de los videos que grabó con su celular.
“No sé a dónde ir, porque mi mapa no se actualiza. Espero hoy llegar a algún lugar, son como las 3 (de la tarde). Camino, camino y camino, pero siento que no llego a ningún lugar que esté marcado por la gente”, dice en otro de los registros.
“Me dormí pensando en que a lo mejor no iba a despertar”
La joven se despertó todos los días a las 7 de la mañana para seguir moviéndose e intentar sobrevivir. “Dividí la comida después de los dos días. Lo mismo con el agua”, detalló.
Pese a sus esfuerzos, llegó el punto en que pensó que no sobreviviría. Tenía sus manos y pies blancos producto de la humedad en su cuerpo y sus ropas.
“El sábado, que fue mi último día acá en el bosque, me dormí pensando en que a lo mejor no iba a despertar, porque ya estaba tan mojada que no paraba de tiritar. Tenía las manos bancas, los pies blancos, y dije ‘no voy a sobrevivir’”, reconoció.
Según Javiera, su equipamiento deportivo “hizo la diferencia”, como su colchoneta, saco de dormir, primeras capas y ropa de cambio. “Si no, no hubiera sobrevivido tantos días”, afirmó.
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