Columna de Mauricio Morales: "No se humilla al partido de... Boric"
- Por Meganoticias
Por Mauricio Morales, doctor en Ciencia Política, profesor titular, Universidad de Talca-Campus Santiago.
Si hay un partido capaz de flotar al término de este gobierno, claramente es el Frente Amplio (FA). Aunque tuvo que absorber la crisis derivada de la derrota constitucional en 2022, bregar con las críticas por los indultos presidenciales para algunos “presos de la revuelta”, y agachar la cabeza por el Caso Convenios, no es descartable que se consolide como el partido hegemónico de la izquierda.
Los grandes perdedores son, evidentemente, las colectividades del Socialismo Democrático (SD). Mientras el PPD con Carolina Tohá afrontó y pagó los costos por la crisis de seguridad pública, el PS cayó en desgracia por el denominado Caso Monsalve, siendo rematado por la reciente cesación en el cargo de la senadora Isabel Allende.
Ir a la siguiente notaPero el SD sigue ahí, a merced del FA. El Presidente Boric sabe que ningún líder del socialismo tendrá el coraje suficiente para abandonar la coalición. El amor hacia Allende no es tan fuerte como la distribución de cargos, sueldos, influencia y poder. El propio PS, de hecho, se mantuvo en el gobierno de Frei en medio de las gestiones para traer a Pinochet desde Londres, a pesar del repudio que esta acción produjo en altos dirigentes del partido y en la militancia.
Con ese antecedente, se hace muy difícil pensar que el puño en alto de Paulina Vodanovic para aleonar a las bases y el “se siente, se siente, Allende está presente”, anteceda una decisión que limpie la afrenta y recupere el honor de un partido histórico. Lo más probable es que el Presidente Boric mejore las condiciones del PS dentro del gobierno, lo que se traduce en incorporar más militancia a la burocracia estatal. Muchas veces, las pasiones que desatan eventos como la destitución de Isabel Allende, se calman con ofrecimientos materiales que dejan tranquilos a agresores y agredidos.



Mientras el PS amenazaba- con nula credibilidad, eso sí- con salirse del gobierno, el FA proclamaba a su candidato presidencial, Gonzalo Winter. En un acto lleno de alegría- que contrastaba con el sufrimiento de uno de sus principales socios- Winter le habló al grupo más fiel y leal que hoy tiene el gobierno.
Para algunos, su candidatura no tiene destino, pero cuidado. En primer lugar, el 30% de apoyo que registra Boric puede sentirse identificado con una figura como Winter, un prístino representante de las ideas del mandatario. En segundo lugar, el FA podría hacer una jugada maestra: revivir Apruebo Dignidad y consolidar su vínculo con el PC.
LO ÚLTIMOEsto implicaría, por ejemplo, que el FA decline su opción en favor de la flamante candidata del comunismo: Jeannette Jara. Si ambos partidos se unen tras la hasta ahora ministra del Trabajo, perfectamente pueden derrotar a Tohá, independiente de lo que haga o deje de hacer el PS. Y al revés, la cosa también funciona. Es decir, que Winter esté mejor posicionado en las encuestas, y que el PC se baje a última hora.
Adicionalmente, la resurrección de Apruebo Dignidad podría impactar en la conformación de las listas al Congreso. Sabemos que los candidatos presidenciales entregan algo así como un bono electoral para los aspirantes a la Cámara y el Senado. Entonces, y en un momento en que se libra una batalla hegemónica en la izquierda, Apruebo Dignidad podría pulverizar al SD. Si miramos los resultados de la reciente elección de concejales, la sumatoria del PC y el FA es de 1.384.680 votos, mientras que el SD alcanza 1.073.553. Por cierto, aún desconocemos la decisión del Partido Radical que, dado el caso, se podría plegar a la candidatura de Tohá colocando sobre la mesa sus 660.130 votos.
Lo concreto, entonces, es que si la izquierda más dura- FA y PC- se ordena, podría terminar su gobierno con un inesperado triunfo en la primaria presidencial y, de paso, obtener una bancada respetable de diputados y senadores.
¿Qué pasaría con el SD? No mucho. Pero si Apruebo Dignidad conquista ese famoso 30%, al SD se le viene una verdadera travesía por el desierto. De sentirse el centro del universo al salvar al gobierno de Boric en medio de la crisis constitucional, el SD podría terminar sin votos, sin representantes, sin honra, sin pasado, y sin historia. En simple, apaleado y casi sin vida.
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