Logo Mega

Este aviso se cerrará en segundos

Columna de Mauricio Morales: "Vodanovic, el gobierno tiene festival"

Por Mauricio Morales, doctor en Ciencia Política, profesor titular, Universidad de Talca-Campus Santiago. 

Lo del gobierno es francamente impresionante. Si todo sale como espera, la reforma al sistema de pensiones será una realidad. Evidentemente, no se pulveriza el sistema de capitalización individual y, muchos menos, se pone una lápida sobre las AFP. Chile seguirá siendo la cuna del neoliberalismo, pero estará lejos de convertirse en su tumba. Sin embargo, sería mezquino no reconocer que el trabajo del gobierno ha sido impecable.

Con solo un 30% de aprobación presidencial y en medio de un año electoral, fue capaz de negociar con Chile Vamos y realizar una serie de modificaciones al sistema de pensiones. En una maniobra comunicacional de lujo, el gobierno instaló el mensaje de que solo con esta reforma las pensiones aumentarían de manera inmediata. Oponerse a los cambios, entonces, sería interpretado como un acto salvaje y repudiable. Chile Vamos así lo entendió y, al menos por ahora, está entregando los votos para aprobar la reforma, lo que trae como consecuencia algo que Boric y su equipo han buscado incansablemente: un legado.

Ir a la siguiente nota

Lo que viene ahora es la forma en que este legado se traduce en un rostro competitivo para las próximas elecciones presidenciales. Lo más probable es que la derecha radical aumente sus apoyos en los liderazgos de Kast y Kaiser. Si ambos son inteligentes, debiesen realizar una primaria del sector a la que perfectamente podría sumarse Rodolfo Carter. Con eso, dejarán a Evelyn Matthei- recientemente proclamada como candidata oficial de RN y la UDI- fuera del debate público.

Por el lado del gobierno, en tanto, los vientos comienzan a ser favorables a Tomás Vodanovic. Hay, al menos, cinco razones que permiten ilusionarse con que Boric entregue la banda presidencial a uno de los suyos. Ya sabemos que Vodanovic descartó su candidatura, pero con los cinco argumentos que presento a continuación podría, al menos, abrirse a esta posibilidad.

El primer argumento son las cifras. Vodanovic viene de arrasar en la elección de alcaldes en Maipú con casi el 70% de los votos, y en la encuesta CADEM de la semana pasada figura como el líder con el nivel más alto de aprobación, alcanzando un 73%. La tarea, obviamente, es transformar esta buena evaluación en intención de voto y, luego, en conducta electoral.

El segundo argumento es que Vodanovic es el menos frenteamplista del Frente Amplio. Su historia política así lo demuestra, posicionándose en las antípodas de liderazgos más ideológicos como los de Boric o Winter. Por tanto, si bien milita en el Frente Amplio, pocos podrían vincularlo a la esencia de ese partido, asociado a las protestas, el estallido social, y el proceso constituyente. Es, en definitiva, un liderazgo fresco, y no un liderazgo nuevo que se avejentó rápidamente.

LO ÚLTIMO

El tercer argumento es que Vodanovic representa la gestión y las soluciones, que es precisamente lo que demandan los chilenos. Muchas veces, los sueños son fáciles de ofertar, pero ya sabemos que son casi imposibles de cumplir, lo que genera desánimo y decepción en los electores. Difícilmente Vodanovic se incline por un nuevo proceso constituyente, o se disponga a abrazar el discurso trasnochado de una izquierda radical que aún no reconoce su fracaso. Todo lo contrario. Es un liderazgo flexible y focalizado en los problemas reales de la ciudadanía que, por cierto, conoce y sabe administrar.

El cuarto argumento es que le costaría muy poco construir una coalición de gobierno desde la DC hasta el PC. Da la sensación de que lo haría de manera natural, pues no tiene complejos en dialogar y sumar a personas y partidos que no necesariamente comparten su ideario político. Esto, al mismo tiempo, podría contribuir a generar una mejor gobernabilidad y relación con el Congreso.

El quinto argumento es que Vodanovic es, hoy por hoy, el único que podría competir frente a Evelyn Matthei en una eventual segunda vuelta, pues representa un estilo de hacer política diferente. No entraría en la reyerta tradicional, y la frescura de su relato contrastaría con la densidad de su oponente.

Si la reforma al sistema de pensiones finalmente ve la luz, el gobierno deberá acelerar la búsqueda de nombres que administren su legado. Desde el gabinete, seguramente, surgirán figuras como Tohá o Jara, quienes podrían sumarse a una primaria del oficialismo. Tohá representa al socialismo democrático y Jara al PC.

Desde el Frente Amplio, en tanto, la única figura capaz de competir en esa primaria y luego ir por el sillón presidencial es Tomás Vodanovic. Sería una primaria de no baja convocatoria, lo que sumado a la torpeza de la derecha reflejada en su delirante fragmentación de candidatos, colocaría al oficialismo en una posición expectante para las elecciones presidenciales del 16 de noviembre.

Todo sobre Mauricio Morales