No querían pagar a los trabajadores: Histórica empresa de calzado ocultó sus bienes antes de su quiebra
"A los trabajadores se les cumplirá efectivamente las condiciones contractuales". Eso se leía en el mensaje que la histórica empresa de calzado, Albano, entregó en 2018, en el marco del cierre de su fábrica en Concepción después de 43 años de trayectoria.
En el transcurso de los siguientes seis años, la situación dio un radical vuelco. Los hermanos Jessica y Cristian Aravena, expropietarios de la compañía, recientemente fueron condenados a 61 y 541 días de cárcel, aunque cumplirán la sentencia en libertad.
Si bien se acreditó su responsabilidad penal en el ocultamiento fraudulento de bienes que debían destinarse al pago de deudas e indemnización de sus exempleados, totalizando $1.500 millones, la condena puede considerarse "baja" porque ambos fueron juzgados con la normativa anterior a la nueva Ley de Delitos Económicos, promulgada en agosto de 2023, según explicó la abogada Ángela Contreras.
El modus operandi de los Aravena
Apenas se declaró en quiebra en noviembre de 2018, sus trabajadores despedidos denunciaron que no se les había pagado el sueldo correspondiente a octubre. Ya en 2020, Albano y sus "empresas hermanas" —todas ligadas a los Aravena— fueron condenadas a pagar una indemnización que, en ese entonces, superaba los $1,3 mil millones.
A mediados de 2021, la Fiscalía de Concepción formuló cargos contra los hermanos tras descubrir que, dos meses antes de solicitar su liquidación, ocultaron siete millonarios bienes. Específicamente, firmaron contratos para deshacerse de las propiedades y así evitar el pago de los finiquitos de sus 144 excolaboradores.
Por diversos factores —incluida una licencia médica por un supuesto problema de salud de Cristian, por el que debió viajar a Estados Unidos; y un presunto "viaje de trabajo" de Jessica a Europa—, el juicio en su contra se aplazó en varias oportunidades, hasta que en noviembre de 2024 se reanudó hasta lograr la sentencia carcelaria.
Según explicó Contreras a Bío Bío, el siguiente paso es revocar los contratos que firmaron los Aravena, de modo que las propiedades vuelvan al poder de Albano y sean puestas a disposición para saldar las millonarias deudas que tiene con su otrora personal laboral.
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