Amor, cuentas pendientes, falso testimonio y dos sicarios: La vendetta tras el homicidio de esposa narco en La Legua

Fue el pasado 24 de julio cuando, pasadas las 15:00 horas, se escucharon siete estruendos secos en la intersección de Avenida Santa Rosa con Montecarmelo, a solo cuadras de la población La Legua.

A plena luz del día, mientras Sandra Pinto Norambuena se trasladaba en una camioneta SUV entre las comunas de San Joaquín y San Miguel, dos sujetos arriba de una moto aprovecharon una luz roja para acribillarla y huir en dirección al sur. La víctima perdió la vida en el lugar.

Hora después, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve (PS), entregó algunos indicios del crimen: “Se pudiera pensar que esto se produjo en el marco de un ajuste de cuentas y además del método utilizado, no se robó el vehículo y no se robaron especies”.

Pero la trama del homicidio esconde más que eso. Y es que Sandra Pinto no era una habitante más de La Legua Emergencia, población en la que vivió desde que nació hasta que fue asesinada el pasado 24 de julio.

La historia de su muerte oculta venganzas recíprocas, bandas rivales y disputas territoriales de clanes familiares que tan solo los separan cuadras y angostos pasajes.

El caso quedó en manos del Equipo especializado de Crimen Organizado y Homicidio (ECOH) de la Fiscalía, quienes mantienen como parte de sus líneas investigativas el rol que podría haber jugado en el homicidio un connotado narco de la zona sur de Santiago: Carlos Gálvez Calderón.

Una enemiga de Los Gálvez

Desde la década de los 90, el clan narco de Los Gálvez dominó a punta de sangre y fuego los recovecos de La Legua. Sin embargo, con el asesinato del más joven de sus herederos en 2021, Bryan Gálvez Calderón (26), y con algunos de sus miembros en prisión, su poder se ha venido a menos.

Pero ha habido intentos por rearticularse.

Carlos Fabian Gálvez Calderón –apodado como el “Guatón Fabián”– es otro de los herederos del clan narco y se encuentra en prisión desde 2019 cumpliendo una condena de 12 años por un homicidio ocurrido hace siete años.

Su víctima fue Anibal Pinto Romero, padre de Sandra Pinto, quien precisamente fue la principal testigo que presentó la Fiscalía Metropolitana Sur para sindicar a Carlos Gálvez como el autor de los disparos que acabaron con la vida de Pinto Romero.

Los hechos se remontan al 17 de noviembre de 2017, cuando se enfrentaron dos bandas rivales en las calles Jorge Canning con Francisco de Zárate, en la población La Legua: Los Gálvez y Los Cochinos.

Ese día ocurrieron dos balaceras distintas, cada una con una muerte. El “Guatón Fabián” buscaba saldar cuentas pendientes con Alexis Román Retamales, líder de los Cochinos que hoy está cumpliendo una condena de 18 años por un homicidio ocurrido en la misma balacera. Román, además, es expareja de Sandra Pinto y tienen un hijo juntos.

El “Mono” Alexis –apodo de Román– resultó herido en la primera balacera con una lesión superficial en el rostro. “Ando con un rozón la boca no más”, consta en una de las escuchas que presentó Fiscalía como evidencia.

Minutos después, cuatro sujetos enmascarados –en los que se encontraba Carlos Gálvez– rodearon a Aníbal Pinto Romero, quien había corrido de la primera balacera. Sandra, que se encontraba a metros de los sujetos y fue la única testigo del hecho, gritó a Gálvez que los problemas los tenía con Alexis, no con su padre.

“Ella venía de Francisco Zárate norte, vio que su papá iba a corriendo a la esquina, y ella lo siguió y le decía “¡papá, papá!" (SIC), pero él siguió corriendo, luego llegaron los sujetos y lo increparon”, señaló el Ministerio Público en el juicio oral.

Pese a los gritos desesperados de Sandra, los cuatro sujetos acribillan a su padre. Ella lo auxilia, lo suben a un vehículo de su cuñado y los trasladan al Hospital Barros Lucos, donde la víctima fallece.

 La declaración de Sandra Pinto

El relato de Sandra Pinto permitió a la Fiscalía lograr una condena contra Carlos Gálvez por el delito de homicidio simple: fue la testigo clave del juicio. Primero declaró ante la Bicrim y luego ante el Ministerio Público.

En su primera declaración, dice la sentencia, Sandra mantenía dudas sobre quién era el autor de los disparos contra su padre; pero luego –en agosto de 2018– modificó su relato, señalando con claridad la identidad del victimario: Carlos Gálvez Calderón.

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Ese cambio de declaración, señalaron los persecutores, se debió a que mantiene “cuatro hijos con una persona (Alexis Román) que se disputa con el acusado, y vive a una cuadra de este último, y por eso tener a este sujeto al frente genera un riesgo potencial hacia su familia. Sin embargo, que tanto ante la policía y como en Fiscalía había dicho la verdad, con la claridad de una persona que vive en el lugar y que conoce a todas las personas del sector”.

En la declaración policial, relató que el 17 de noviembre de 2017 al hermano de su entonces pareja “le habían ido a reventar la casa y había sido el Viejo Loco de nombre Mauricio Cornejo, quien a su vez es perkins, mandado del Carlos Fabián Gálvez Calderón, apodado el Guatón Fabián, quien tiene rencillas con mi ex pareja”.

“Concurrí hasta la esquina de Francisco Zárate con Jorge Canning donde se encontraba mi padre sentado en la esquina, quien se encontraba rodeado de unos cuatro sujetos, tres de ellos estaban con máscaras y uno de ellos a rostro descubierto, a quien conozco como Carlos Fabián, de nombre Fabián Gálvez Calderón, quien a la vez es líder de una banda de tráfico denominada como Los Gálvez”, contó en su declaración.

Y continuó: “Al encontrarme frente a ese escenario comencé a rogar que no le hicieran nada a mi padre, ya que la rencilla la tenía con el Alexis y que tanto yo como mi padre no tenemos nada que ver con él”.

Un falso testimonio

La modificación en su relato gatilló que la defensa de Gálvez, a cargo del abogado Patricio Cofré Soto, presentara una querella en 2019 por el presunto delito de testimonio falso.

La defensa argumentó en su momento que Sandra Pinto jamás había estado en el lugar y que su declaración buscaba inculpar maliciosamente a Carlos Gálvez, debido a las rencillas que mantenía con su expareja, el “Mono Alexis”.

“Atendido el parentesco con la supuesta víctima del hecho, mintió ante el Tribunal al señalar que el acusado don Carlos Fabián Gálvez Calderón, era el autor del hecho atribuyéndoles la utilización de un arma de fuego para agredir a la víctima”, dice la querella.

“No obstante, nunca haber estado en el lugar, atendido lo cual no está en condiciones de reconocer a persona alguna en relación al delito denunciado, admitiendo posteriormente la falsedad de su testimonio”, acusaron.

Pese a que el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago admitió a trámite la acción judicial, los abogados representantes de Gálvez no asistieron a la audiencia de individualización de la acusación, por lo que se declaró el abandono de la querella.

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