"Para poder ser escuchado": Hombre pide cambio de género para acceder a la custodia compartida de su hijo
Un padre de Copiapó, en la región de Atacama, está dando la pelea legal para poder obtener la custodia compartida de su hijo.
En el marco de esta disputa, ha tomado la decisión de solicitar legalmente el cambio de su género, debido a que se siente en una posición de desventaja por ser hombre, por lo que busca revertir esta supuesta desigualdad en la discusión del cuidado de su hijo.
De ser tomado en cuenta, esto sentaría un precedente en los casos de custodia de menores de edad, ya que se trata de un caso inédito en el ámbito jurídico de Chile.
La solicitud de cambio de género para obtener la custodia de su hijo
Según consignó el Diario El Día, a las 11:00 horas del pasado miércoles 7 de agosto, el hombre llegó al Registro Civil junto a dos testigos para su audiencia especial a raíz de la solicitud que realizó de cambio de género, para lo cual se amparó en la Ley 21.120, conocida como Ley de Identidad de Género.
El padre afirmó que cumplió con todos los requisitos para tener aprobado su cambio de género en un plazo de entre 45 a 60 días hábiles De ser como aseguró el hombre y si aceptan su petición, pasaría a ser reconocido ante la ley como una mujer.
Ir a la siguiente nota"Para poder ser escuchado"
Según el relato que compartió con el medio antes señalado, luego de que su caso fuera visibilizado por la Fundación Crianza Compartida, pudo contactar a la abogada del Centro de Defensa de Padres y Hombres de Coquimbo.
"Después de golpear muchas puertas para pedir ayuda por orientación o asesoría de parte de la corporación de abogados o de la Oficina de la Mujer, sin tener resultados positivos, me vi en la obligación de evaluar la posibilidad del cambio de género para poder ser escuchado y tener la opción de asesoría jurídica y así poder presentarme ante el Juzgado de Familia en igualdad de condiciones", contó.
El padre aseguró que el peor escenario que podría enfrentar a partir de su cambio de género es que al tener que elevar su solicitud al Juzgado de Familia ya como mujer, esta sea rechazada u objetada.
"Es que al ser la primera persona que está realizando el cambio de género (y ocupando el vacío legal para tener igualdad) puede que el aparato judicial no esté preparado o normado para estas nuevas directrices con mi nueva identidad de mujer. Y el mejor de los casos es que se eleve la petición, sea bien acogida y podamos llegar a mediación y obtener la tan anhelada tuición compartida en igualdad y justicia", explicó.
"Una desesperación extrema"
La abogada Claudia Casanga, representante del Centro de Defensa de Padres y Hombres de Coquimbo, afirmó que el hombre llegó a un punto extremo debido a que siente que en todos los procesos judiciales por la custodia de su hijo se ha sentido discriminado, tanto por los programas de intervención familiar como por la justicia.
"Me parece terrible y de una desesperación extrema. Tenemos una sociedad en donde dividiendo se vence y esta guerra de géneros lleva a que hoy exista una desigualdad tremenda en varios puntos. Primero, al momento de acceder a la justicia, para los hombres y padres no existen redes de apoyo ni políticas públicas de orientación o algún centro de reparación, si es que eres víctima de violencia", sentenció.
Casanga manifestó que cree "que lo que hizo fue un acto de amor tremendo, es como cuando te preguntan si estarías dispuesto a hacer todo por tus hijos, bueno, este padre lo está intentando".
"Ahora, no podría hoy decir qué significará a nivel judicial este cambio de género. A mi parecer y tal como lo expresa la Ley de Identidad de Género 21.120, este cambio se traduce en una convicción personal e interna de ser hombre o mujer y habiéndose realizado conforme a ley no podríamos cuestionar su convicción y por ello hoy debería ser respetado como tal, conforme a las propias garantías asociadas a la misma ley", explicó.
La abogada concluyó diciendo que espera "que no sea necesario que intenten esto más usuarios, pues siempre debe haber una convicción. Aquí el punto es evitar estos casos extremos y mejorar las políticas públicas, defendiendo la coparentalidad y viendo que por género el hombre también puede ser víctima, ya que la violencia es transversal, no tiene género".
Leer más de