"Los necesito para ser feliz": El vínculo entre la desaparición de Maily Ann Chamorro y supuesta secta mexicana
Cuando Maily Ann Chamorro Chiang salió de la pensión en la que hospedaba en Curicó era un 19 de diciembre de 2023. Su familia no supo de ella hasta cuatro días más tarde, cuando se les informó por Facebook que andaba deambulando en Los Queñes, un sector precordillerano en la región del Maule.
Cámaras de seguridad captaron a la joven caminando por un tramo de la Ruta J-55. Por lo que se aprecia en las imágenes, vestía una camiseta manga larga negra y una extensa falda mezclilla; y cojeaba al caminar, con una andanza desorientada.
Posterior a ese avistamiento, el que fue confirmado por comerciantes de la zona, fue vista descansando en una banca alrededor de una plaza en Los Queñes. De ahí en adelante no se conoce más sobre su paradero, pero sus familiares creen que fue víctima de las prédicas de un particular grupo religioso al que catalogaron como secta.
El vínculo entre la supuesta secta y la desaparición de Maily
Los seres queridos de Maily aseguran que ingresó a una agrupación llamada "Kehila Mesiánica Gozo y Paz" que transmite la palabra de Elohim, denominación hebrea que en el cristianismo se conoce como Dios.
Tiene presencia en distintas plataformas y sus prédicas son efectuadas por su fundador, el roeh —palabra del hebreo que significa "pastor" o "evidente"— Javier Palacios Celorio, un mexicano que asevera ser doctor y psiquiatra.
Ir a la siguiente notaLin Chamorro Chiang, la hermana de la joven desaparecida, recordó cuando la escuchó hablar sobre este grupo: "Ella quería irse a México a vivir con esta religión que estaba siguiendo. Quería irse con ellos, me decía 'déjame ir, ayúdame a ir, porque seré feliz con ellos, los necesito para ser feliz'. Le preguntaba quiénes son, me decía 'el pastor'. Ella se refería a 'ellos' todo el tiempo".
Para entender cuál era la supuesta influencia que habrían tenido en Maily, Lin investigó por su cuenta y descubrió características que la hacen sospechar: "El pastor decía que ni una enfermedad se curaba con medicamentos, sino con Dios y con sus prédicas", comentó.
"Contaba que Navidad, Año Nuevo y todas estas fiestas eran paganas y que eran casi como hacer un pacto con el Diablo el celebrar estas fiestas con la familia. Decía 'aléjate de tu familia antes de estas fiestas, ándate lejos, aléjate de tu casa'", declaró a CHV Noticias.
Son precisamente estas aseveraciones la que despiertan las alarmas entre los Chamorro Chiang, no solo porque la estudiante desapareció en la previa de ambos festejos familiares, sino también porque ella se sometió a un tratamiento por bipolaridad.
Su padre, Gustavo Chamorro, señaló al respecto que tenía controlado este trastorno, pero "meses antes de su desaparición dejó de tomar los remedios y ahí empezó a escuchar una secta con un pastor mexicano que entró en su mente".
"Gozo y Paz" está relacionada con otro curioso caso
En su sitio web, la presunta secta se autodefine como "un grupo de creyentes en Yahshua (Jésus) como el Mesías de Israel y el mundo entero. Nos interesa que la gente conozca la palabra de Elohim para que lleven una vida en armonía y libre de drogas, alcohol, problemas matrimoniales, etcétera. No hacemos negocio con la palabra de Elohim".
Junto con reprimir los derechos de las mujeres, la agrupación plantea que la educación básica de los niños debe ser impartida por ella misma, no por los colegios; que la homosexualidad es causada por demonios; y que el mundo está por acabarse, lo que hace urgente que sus planteamientos se propaguen, según consigna La Jornada de Oriente.
Otro mandato que podría tener vínculo directo con la desaparición de Maily es que sus miembros únicamente pueden convivir con integrantes de "Gozo y Paz", haciendo un llamado casi explícito a abandonar a la familia.
En junio de 2023, en España se hizo conocido el caso de una madre que perdió la custodia de su hijo por estar "obsesionada" con las prédicas de Palacios Celorio.
Los motivos de la pérdida de la tuición fueron que la mujer dejaba al niño de 11 años en situación de desamparo: existía una falta en la atención de los deberes escolares, no le daba su medicación y había una carencia de empatía. Además, el menor había desarrollado una incontinencia "atípica", de acuerdo a El Periódico de España.
En las dos horas semanales que le dieron para estar con su niño, ella aprovechaba el tiempo "para intentar adoctrinarlo en los credos de la secta a la que pertenece y convencerle, por ejemplo, de que se acercaba el fin del mundo y que tenía que 'llevárselo al desierto para concertar un encuentro con su dios'", indica un fallo de la Audiencia Provincial de Tarragona.
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