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Caso Factop: La "mudanza" de la hermana de los Sauer que llevó a la Fiscalía a solicitar el registro de su domicilio

Hace casi tres meses permanecen en prisión preventiva en Capitán Yáber los hermanos Ariel y Daniel Sauer, quienes fueron formalizados en abril pasado en conjunto con su padre Alberto Sauer, quien quedó con la medida cautelar de arraigo nacional y arresto domiciliario nocturno.

La trama del caso Factop, que investiga delitos como la estafa, ejercicio ilegal de actividad bancaria y lavado de activos, se cruza a la vez con las relaciones personales, de amigos que fueron socios y terminaron distanciados, y de un negocio familiar donde los inversionistas eran personas con las que tenían algún tipo de cercanía.

El clan Sauer, con Alberto como patriarca, ha sido probablemente la familia más controvertida desde que se publicó un audio donde el menor de los hijos (Daniel) conversaba con Leonarda Villalobos y Luis Hermosilla, sus abogados, para sortear con dudosas técnicas el proceso de investigación que la CMF llevaba contra una de sus empresas.

En medio de esas pesquisas, la denuncia de un guardia de seguridad, provocó que las miradas de la Fiscalía se posaran sobre Cindy Sauer, la hija del clan, por unos movimientos “sospechosos” que realizó en las oficinas de Factop.

Mudanza sin autorización

El 13 de abril, el guardia privado Elías Fuentes decidió poner una denuncia en la Brigada de Investigación Criminal de Las Condes. En ella, aseguraba trabajar en un edificio de la comuna donde durante esa jornada llegaron personas a retirar especies de departamentos sobre los cuales no tenían autorización de mudanza producto de una deuda vigente con el propietario.

Los inmuebles correspondían a oficinas arrendadas por la familia Sauer, razón por la que el fiscal del Caso Factop, Juan Pablo Araya, instruyó a la policía realizar diligencias de inmediato para chequear: quién entró al edificio y qué cosas se llevaron con ellos, considerando que podían ser elementos y pruebas claves para la investigación.

Al día siguiente, la mañana del domingo 14 de abril, funcionarios de la PDI concurrieron al edificio en cuestión para revisar las cámaras y entrevistar a los testigos, entre los que estaba Julio Arriagada, otro guardia del edificio de oficinas.

El funcionario declaró que los involucrados llegaron alrededor de las 10:30 de la mañana, y que habían pasado a atenderse con un compañero. “Tomaron contacto con mi colega Elías Fuentes quien les señaló que no tenían autorización para ingresar a retirar las especies por orden del dueño de las oficinas y de la administración, quienes reaccionaron de mala manera y con una actitud desafiante, sobre todo la mujer que estaba presente (Cindy Sauer)”, señala.

El viernes 12, el administrador del edificio había recibido un aviso del propietario de esos departamentos. “Me indicó a través de un llamado telefónico, que no autorizaba ningún tipo de mudanza desde las oficinas Nro. 804 y 805 A, debido a que mantenía un problema económico con el arrendatario de éstas”, señaló Luis Romero, de acuerdo a testimonios nuevos que aparecen en la carpeta investigativa.

Por su parte, el propietario señaló a la policía que había recibido una solicitud para hacer una mudanza en esos edificios, pero que él planteó que esto no era posible hasta tener los pagos al día.

En las cámaras del edificio quedaron registradas las personas bajando en el ascensor con cajas, bolsas e incluso una maleta desde los departamentos, para luego subir esos elementos a un auto marca BMW.

El análisis que la policía hizo de esas imágenes, determinó que entre los participantes de esta “mudanza” estaba Konrad Ziller junto con su esposa Cindy Sauer, quien además es la dueña del auto donde se retiraron con las cosas.

La PDI revisó también las cámaras de las comunas aledañas para seguir el recorrido del vehículo, logrando establecer que el destino final de las cajas fue la casa del matrimonio Ziller-Sauer en la comuna de Lo Barnechea.

Orden de entrada y registro

Con estos antecedentes, durante la tarde del domingo 14 de abril pasado, el fiscal Juan Pablo Araya se comunicó con la jueza María Carolina Herrera para solicitar autorización judicial de “entrada, registro e incautación de elementos probatorios” respecto de las oficinas y el domicilio.

Sin embargo, la magistrada no autorizó la diligencia al considerar que los hechos no eran constitutivos de delito y que dichos inmuebles no correspondían a las direcciones que los imputados fijaron como domicilio en su formalización.

A pesar de aquello, funcionarios de la PDI se dirigieron la tarde del 17 de abril a la casa de Cindy Sauer, para solicitar la entrega voluntaria de las especies que había retirado durante el fin de semana de las oficinas.

La menor de las mujeres del clan Sauer accedió a lo solicitado por los policías y los llevó hasta el piso -1 de la casa, lugar donde se mantenían las cajas embaladas y la maleta que habían sido identificadas en las cámaras de seguridad.

Entre los elementos encontrados destacan: 4 actas de junta extraordinaria de accionistas, 1 libro de actas de directorio de Tanner Corredora de Bolsa de Productos, 1 chequera de Daniel Sauer, 1 talonario de cheques de Factop, 1 talonario de cheques de Ariel Sauer, 1 notebook marca Apple, además de carpetas y archivadores con documentación que fue incautada para analizar.

Cindy Sauer declaró que arrendaba esas oficinas desde octubre de 2023, y que una de ellas era utilizada para la venta de ropa, mientras que la otra era ocupada por sus hermanos Ariel y Daniel para trabajar en la reorganización judicial de Factop y reunirse con abogados de los inversionistas.

El arriendo lo pagábamos en conjunto con mis hermanos y como las ventas estaban malas y la RJ ya no iba, hablé con su dueño para entregar las oficinas el lunes 15, también me dijo que no podía retirar las cosas en la semana, por lo que fui el sábado 13 de abril de 2024”, señaló.

“Me dijo el administrador que sólo podía llevarme cosas personales; se llegó a un acuerdo con el dueño, íbamos a retirar las cosas el día lunes para llevarlas a Alonso de Córdova, sin embargo, el liquidador no nos dejó”, agregó Cindy Sauer.

Con la colaboración del liquidador Eduardo Godoy, la policía logró también el registro de las oficinas de Avenida Las Condes, desde donde se llevaron ocho computadores para ser analizados y corroborar si existe información que pueda ser de interés para la investigación de la Fiscalía.

Denunciada por su cuñada

Las diligencias del Caso Factop se han centrado en gran medida en determinar la forma de operar que tenían los Sauer y mediante la cual llevaron a muchos de sus conocidos a invertir con la promesa de tener una rentabilidad asegurada.

Parte de la búsqueda del Ministerio Público se enfoca en determinar el origen de las grandes cantidades de dinero con las que operaban las empresas del grupo, como también el paradero de los millones que los inversionistas reclaman como deuda.

Incluso en la interna del grupo familiar, el tema del dinero ha sido un problema que ha quedado develado durante la investigación de la Fiscalía. Mega Investiga dio cuenta de una carta donde Daniel Sauer le planteaba a su esposa que cambiara su forma de actuar a menos que quiera dejar de recibir apoyo económico.

Esas amenazas llevaron a María Isabel Ahubert a presentar una denuncia en 47° Comisaría de Carabineros en Los Dominicos, donde solicitó una orden de alejamiento “en contra de mi actual marido y su grupo familiar, específicamente Cindy Sauer, ya que recibo demasiadas amenazas y manipulaciones económicas de parte de ella”.

Dicha denuncia fue derivada a la Fiscalía Oriente, y el persecutor Juan Pablo Araya solicitó el 21 de junio pasado que las investigaciones se agruparan en la misma causa por la cual fueron formalizados Daniel, Ariel y Alberto Sauer en abril de este año.