Correos de vecinos y un informe municipal: Las advertencias sobre daños en el edificio social de Rotonda Atenas
Un edificio de integración social ubicado en la Rotonda Atenas, compuesto por 85 departamentos, incluso uno adaptado para personas en situación de discapacidad, fue la promesa que Joaquín Lavín (UDI) hizo, con bombos y platillos, cuando era alcalde de Las Condes en 2018. Sin duda, un proyecto que, a todas luces, quedaría como un legado importante de su nueva incursión alcaldicia.
La edificación, sin embargo, tuvo varios problemas en el proceso de construcción. Primero con la pandemia -lo que retrasó el avance de las obras- y luego con la entrega de los departamentos, que tuvo una demora de -al menos- nueve meses y estuvo a cargo de la actual jefa comunal, Daniela Peñaloza (UDI).
Recién en enero de este año, los beneficiados por este proyecto pudieron habitar sus nuevos hogares. Pero un sueño que se hacía realidad no tardó en transformarse en una pesadilla.
Las intensas precipitaciones del 11 de junio dejaron al descubierto varios daños del edificio de integración social, como filtraciones de agua en departamentos habitados e inundaciones en los estacionamientos. Una situación que encendió las alarmas al interior de la Municipalidad de Las Condes, pero que no era novedad para los vecinos ni tampoco para las autoridades municipales.
Mega Investiga constató que -al menos- desde septiembre de 2023 se han levantado diversas advertencias sobre defectos en la edificación. Una de ellas, incluso, provino de la unidad de Fiscalización y Subvenciones de la propia Municipalidad de Las Condes, antes de que se entregaran los departamentos a los beneficiados, los cuales tienen entre dos y tres dormitorios.
Otras, fueron enviadas mediante canales oficiales por los propios habitantes del edificio de integración social, una vez que ya comenzaron a vivir en el lugar.
Informe municipal: “Las reparaciones deberían recaer en la constructora”
Fue en octubre del año pasado, meses antes de que la Municipalidad de Las Condes emitiera la recepción final de obras del edificio de integración social -que data de diciembre de 2023-, cuando el propio departamento de Fiscalización y Subvenciones de la Municipalidad de Las Condes levantó una alerta.
Ir a la siguiente notaEn un informe, dirigido a la Dirección de Control, se advirtieron varios defectos en la construcción, como manchas de filtración de agua y daños de “diversa cuantía” en vigas de segundo piso, escaleras, puertas, muros y estacionamientos. Asimismo, se constató de “desprendimiento de enlucidos y pinturas, englobamiento de pinturas y áreas con presencia de colonias de hongos”.
Tras detallar los daños, la jefa del área de fiscalización de Las Condes advirtió que aquella situación “no debería haberse presentado”, pues se trataba de una obra nueva, sin uso. Para ese entonces, aún no residían personas.
La fiscalización se efectuó el 3 de octubre y estuvo a cargo de un funcionario municipal. El trabajador, según el documento, también recopiló información con el personal del edificio comunitario instalado al lado del inmueble de integración social, quienes comentaron que los daños mencionados se repetían “cada vez que llueve”.
El informe agrega que -hasta ese entonces- no se habían ejecutado acciones preventivas “que eviten la iteración de los daños presentes (salvo la colocación de sacos de arena en las puertas, que solo refuerza la impresión de hechos consumados que desbordan lo manejable)”.
Así también, menciona que -según el personal a cargo del edificio comunitario-, los defectos expuestos fueron informados a la Dirección de Infraestructura y Servicios Públicos (DISP) “sin que a la fecha se aprecie intervenciones correctivas posteriores, ni se haya recibido explicación o indicación de programación de las necesarias reparaciones”.
Tras la presentación de todos los antecedentes, el departamento de fiscalización puntualiza que los daños constatados no son imputables a la intervención de terceros y que “la responsabilidad de las reparaciones debería recaer directamente en la empresa constructora a cargo de la materialización de las obras, a través de un programa de postventa o directamente aplicando la garantía”.
Los correos: “Qué pena y rabia más grande”
Otra de las advertencias surgió durante los primeros meses de este año, una vez que los vecinos comenzaron a vivir en los departamentos, previo a las lluvias de invierno.
Con el pasar de los días, y ya instalados en sus nuevas residencias, las personas se dieron cuenta de diversas situaciones incómodas: ventanas y puertas descuadradas, cerámicas de suelo quebradas y filtraciones en distintos puntos de sus viviendas.
Los daños desataron preocupaciones entre los vecinos, las que le transmitieron a la Municipalidad de Las Condes por diversos canales oficiales, como correos electrónicos.
Uno de ellos fue enviado el 27 de marzo, a las 22.24 horas, a la alcaldesa Peñaloza y a otros funcionarios del municipio. En él se informaba de una filtración en el baño del departamento, que había provocado la acumulación de agua hasta uno de los pasillos y una sala de escritorio.
“Para encontrar de dónde venía tuvimos que llamar a un gasfiter el cual le tuve que pagar para que revisara de dónde venía la filtración o si no me iba a estropear más el piso flotante”, explicó el denunciante, y agregó: “Qué pena más grande y rabia esperar tanto mi sueño que tengo que pagar por 15 años, y tener este problema”.
En el mismo mensaje se informó que aún no se arreglaba una ventana con daños de uno de los dormitorios, pese a que se había dado el aviso hace más de un mes mediante el correo de postventa, apenas el departamento fue entregado.
“Somos muchos los vecinos con problemas, que los trabajos han quedado a medias para hacer arreglos, ya estamos cansados y aburridos de esto, es una pena enorme que tenemos”, se lee al final del mail.
Correos electrónicos como este también se enviaron en otras fechas como mayo, informando diversos problemas en distintos departamentos.
Actualmente la Municipalidad de Las Condes y la Constructora Sudamericana Chile S.A (COSUD) -a cargo del proyecto- están trabajando en reparaciones tanto en departamentos como espacios comunes del edificio. Sin embargo, algunos vecinos reclaman -en privado, por miedo a represalias- que aún no hay soluciones definitivas para sus viviendas.
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