Estas son las 3 zonas de Chile que quedarían bajo el agua en el 2100, según estudio científico
Uno de los efectos del cambio climático es el incremento continuo del nivel del mar, lo cual tiene múltiples impactos negativos, tanto para la vida humana como para los ecosistemas marinos.
El aumento de la temperatura del agua y el derretimiento de glaciares y hielos polares son algunos de los factores que explican este fenómeno, que desde hace algunos años comenzó a ser estudiado por expertos.
Hace un tiempo, se publicó en la revista Nature, en su especial de cambio climático, un informe titulado "Niveles extremos del mar en diferentes niveles de calentamiento global", en donde se determinó cuáles son las zonas costeras del mundo que podrían quedar bajo el agua de aquí al 2100.
La investigación concluyó que los eventos extremos propicios para las inundaciones costeras se experimentarán con frecuencias sin precedentes en todo el mundo. En el caso de Chile, tres regiones tienen un alto riesgo de inundación.
Las 3 zonas de Chile que quedarían bajo el agua, según estudio
El estudio aborda el aumento de los niveles extremos del mar (ESL en inglés y NEM en español), provocados por marejadas ciclónicas, mareas y olas. Estos fenómenos, exacerbados por el calentamiento global, podrían contribuir al incremento del nivel medio global del mar.
"Las ubicaciones que son sensibles, incluso al nivel de calentamiento más bajo de 1,5 °C identificados en nuestro análisis, son los trópicos y los subtrópicos", destaca el estudio.
Chile no es mayoritariamente subtropical, pero tiene regiones que presentan características subtropicales, especialmente algunas zonas costeras del centro-norte del país. De acuerdo al análisis, las regiones más perjudicadas con este aumento de frecuencia de NEM son Atacama, Coquimbo y Valparaíso.
Tal como muestra un cuadro publicado por Meteored, las áreas que no están coloreadas en púrpura son altamente sensibles al calentamiento mínimo global. En el rectángulo rojo se muestran las zonas que estarían inundadas hacia fines de este siglo.
El Acuerdo de París de 2016 tiene como objetivo limitar el aumento de la temperatura global en este siglo a menos de 2 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales, pero aunque eso suceda, los eventos extremos propicios para las inundaciones se experimentarán igualmente con mayor frecuencia.