Logo Mega

Este aviso se cerrará en segundos

¿Qué es el bombardeo de nubes? La estrategia que se implementará en Coquimbo para combatir la sequía

La situación hídrica en la región de Coquimbo es tan crítica —ejemplo de ello es que el embalse Cogotí, en Combarbalá, llegó al 0% de almacenamiento de agua— que una de las potenciales soluciones que se han puesto sobre la mesa es el bombardeo de nubes.

La propuesta fue presentada por la Junta de Vigilancia de Río Elqui y la Corporación para el Desarrollo y la Integración Paso Agua Negra (Corpan), dos entidades que están preparando un plan piloto que estimule la lluvia en la provincia del Elqui.

LO ÚLTIMO

Experiencias nacionales e internacionales son disímiles: mientras algunos aseguran que sí funciona, su puesta en escena en nuestro país no ha logrado el propósito de combatir la sequía. Sin embargo, la iniciativa que se está afinando en la zona centro norte es más avanzada.

¿Qué es el bombardeo de nubes y cómo funciona?

Carlos Ruiz es director de Asuntos Internacionales del Corpan y explicó que el bombardeo de nubes es una iniciativa que "considera traer un avión biomotor presurizado, equipado y certificado desde México, para realizar la estimulación con el reactivo mexicano patentado Rainmate".

En otras palabras, según consignó El Mercurio, el avión atacará determinadas nubes (cumulonimbus, densas y verticalmente grandes; y estratocúmulos, también grandes y alineadas en ondas), liberando el reactivo que contiene yoduro de plata, popularmente conocido como "hielo seco".

 

En la parte superior, una nube cumulonimbus; en la parte inferior, una nube estratocumulo (Wikimedia)

 

Este químico "genera congelación artificial, dada su alta capacidad para atrapar el valor de agua. Así, se van fusionando las gotas o cristales de agua con el yoduro de agua, liberando energía y desencadenando una reacción en cadena", señaló el citado medio.

La nube aumentará su masa, a tal punto de que habrá precipitaciones. Ese es el objetivo, al menos en la teoría.

En la práctica, ¿ha funcionado el bombardeo de nubes?

Ruiz aseguró que la estrategia se ha implementado durante tres años consecutivos en más de diez estados mexicanos: "Se lograron incrementos de entre el 23% y 64%, sobre lo pronosticado. De darse acá en Chile serían vitales para mitigar, en alguna medida, la gravísima crisis hídrica".

El bombardeo de agua es una técnica más antigua que 1996. Ese año, el entonces alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, sorprendió con la idea de "hacer llover" Santiago para disminuir los altos niveles de smog. Para ello, dos aviones volaron la Región Metropolitana y regaron los cielos, pero nunca hubo precipitaciones posteriores y la calidad del aire no mejoró significativamente.

 

Imagen referencial (Px Here)

 

Si bien no es humanamente posible modificar el ciclo del agua, existen alternativas gracias al trabajo del científico Vincent Schaefer, que en 1940, tras estudiar la condensación, él logró crear precipitaciones artificiales en ambientes controlados.

En los últimos años, países como Emiratos Árabes Unidos y China han implementado esta estrategia, ya sea utilizando "sales naturales" o drones que hacen una descarga eléctrica entre las nubes para incentivar la lluvia, logrando buenos resultados (por ejemplo, tormentas que eran inusuales antes del bombardeo).

La experiencia en Chile

Pero en Chile, pese al éxito internacional, los intentos no han sido exitosos. Bajo el primer periodo del fallecido expresidente Sebastián Piñera, se anunció el "Plan de siembras de nubes" implementado en 2013, en el marco de la crisis hídrica que ya enfrentaba el país en aquel tiempo.

"Durante tres años se intentó implementar el programa. Solo se logró realizar algunas siembras un invierno, ya que los aportes económicos provenían de fuentes privadas, las cuales no llegaban de manera coordinada con las necesidades del proyecto y la estación invernal, supuestamente útil para la siembra", explicó a La Tercera el director del centro regional del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) en Coquimbo, Claudio Balbontín.

El plan contempló a las regiones de Atacama y Coquimbo (donde se utilizó un sistema aéreo), Valparaíso y O'Higgins (se aplicó un sistema terrestre). Según el INIA, en las dos primeras no funcionó.

"Incluso se dispuso de un avión y pilotos que estaban todo el tiempo atentos a posibles condiciones ambientales favorables, las cuales no ocurrieron durante los inviernos que duró la iniciativa", expuso el organismo.

Para zanjar la efectividad de la propuesta, las palabras del climatólogo Raúl Cordero son concluyentes: el bombardeo de nubes "se ha estado aplicando como medida desesperada desde hace décadas, pero nunca han logrado resultados significativos. Es muy poco probable que sirvan para revertir una sequía".

Todo sobre Sequía