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Empezó con tortícolis y terminó con secuelas neurológicas: Mujer recibirá $200 millones por negligencias médicas

La Corte de Apelaciones de Santiago aumentó la indemnización que deberán pagar el Servicio de Salud Metropolitano Oriente y el Instituto de Neurocirugía Dr. Alfonso Asenjo (INCA) a una madre y su hija, luego de que esta última fuera víctima de una negligencia médica en la institución de salud.

El órgano de segunda instancia judicial tuvo una postura similar a la que expresó el 27° Juzgado Civil de Santiago en abril de 2021. La diferencia está en que ese tribunal descartó que la progenitora de la afectada fuera indemnizada, lo que fue revocado por la Corte santiaguina.

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Pese al incremento en la reparación económica a las familiares, inicialmente ambas exigían un monto mucho mayor. Ahora, es probable que los organismos de salud apelen a la Corte Suprema para solicitar que se anule el fallo o disminuya la cifra que deben pagar a las víctimas de las negligencias médicas.

¿Qué negligencias sufrió la paciente?

El caso se remonta a febrero de 2011, cuando la paciente estaba aquejada por dolores en el cuello que no pudo calmar con medicamentos. En el hospital de Curepto (región del Maule) le diagnosticaron tortícolis aguda, mismo resultado que arrojaron los exámenes que se hizo después en la Clínica del Maule.

Una resonancia posterior finalmente indicó que la mujer tenía un tumor cervical. Cuando ya se sabía el tratamiento que iba a comenzar para extirparle el quiste, su caso llegó a un médico del Instituto de Neurocirugía Dr. Alfonso Asenjo en Providencia (Región Metropolitana), quien pidió su traslado.

 

El Insituto de Neurocirugía Dr. Asenjo está en la calle José Manuel Infante, en Providencia (Google Maps)

 

 

El 9 de junio de 2011 llegó a Santiago y el día 28 del mismo mes se realizó la primera intervención quirúrgica, que consistió en la instalación de una fijación en la parte posterior de la nuca. Aquel procedimiento fue exitoso, pero la situación empeoró en los meses siguientes.

A principios de agosto se le realizó un fallido aseo quirúrgico, pues no pudo ser intubada por la boca por la fijación que le habían instalado días atrás. El procedimiento debió repetirse a mediados de agosto, efectuándose sin complejidades.

En noviembre, los doctores del INCA le extirparían el tumor, pero "la intervención fue postergada por problemas administrativos (...) debido a una confusión de la secretaria de pabellón, quien creyó que sus prótesis habían sido utilizadas en otra paciente", consigna la demanda presentada por el abogado de la afectada y a la que tuvo acceso Meganoticias.cl.

 

Imagen referencial (Freepik)

 

A la semana siguiente, "se le intenta realizar una intubación por nariz en dos oportunidades. El instrumento para ese propósito no se encuentra en el INCA, por lo que se debe gestionar con el Hospital del Salvador o el Hospital del Tórax, pero para esto necesitan que el paciente esté consciente, solo anestesiado localmente (...) Por lo que mi representada ha señalado, ella no recuerda que se le haya realizado dicho procedimiento", se afirma en el recurso.

Las consecuencias que sufrió la mujer

Ya en diciembre de 2011, mientras permanece hospitalizada en la unidad de cuidados intensivos del INCA, la afectada escuchó que un doctor le decía a otro colega "esta es la mujer de los paros".

Tras la realización de test de sensibilidad y preguntas para determinar eventual daño cognitivo, fue trasladada a la unidad de tratamientos intensivos. Ahí, su familia le comentó que especialistas del INCA les informaron que "había existido un problema, que había hecho un paro cardíaco y quedado en coma".

 

Imagen referencial (Freepik)

 

Días después, un doctor le confirmó el problema que hubo en pabellón: "No se le había podido intubar a tiempo y que tuvo dos paros cardiorrespiratorios. Al reanimarla se dan cuenta de que no podía respirar por cuenta sola y realizan traqueotomía de emergencia", relata la demanda.

Por estas complejidades, "mi representada resultó con una encefalopatía hipóxica isquémica post cardiorrespiratorio (básicamente, consiste en 'secuelas motoras y neuropsicológicas secundarias a la falta de oxígeno por cese de flujo sanguíneo cerebral') y con el 'síndrome de Lance Adams' (incapacidad de controlar movimientos musculares y espasmos rápidos)", aseguró el abogado.

 

Imagen referencial (Freepik)

 

 

"El equipo médico no actuó con la debida diligencia, no realizó los procedimientos adecuados y oportunos de intubación, no contaba con la dotación y equipamiento de pabellón, lo que hubiese impedido los paros cardiorrespiratorios, el coma y el consiguiente daño neurológico que hoy la afecta", se lee en la demanda.

El monto inicial que exigía la familia

La demanda se presentó alegando daño moral no solo contra la paciente, sino también contra su madre, porque "el daño causado a su hija trasciende y afecta a toda la familia, especialmente a su progenitora, que ahora debe cuidar y velar por ella en lo concerniente a alimentación, baño, entre otros".

Así, se exigió que el Servicio de Salud Metropolitano Oriente pagase una suma de $500 millones a la paciente afectada y otros $100 millones a su madre.

En el juicio de primera instancia, el 27° Juzgado Civil de Santiago falló a favor de la mujer, pero disminuyendo la indemnización a $100 millones. En cuanto a la madre, el reembolso fue rechazado.

No obstante, la Corte de Apelaciones de Santiago aumentó esos $100 millones a $200 millones y determinó que la familiar que ahora vela por su cuidado reciba una compensación de $20 millones "como un paliativo a los daños emocionales objetivamente experimentados", señaló el organismo.

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