Chileno fue a comprar cigarros y desapareció por 30 años en Argentina: Dio insólita explicación al ser ubicado
En una noche de febrero de 1993 comenzó una historia que tiene un principio y fin bastante insólito. Durante 30 años, un chileno permaneció desaparecido en Argentina, sin saberse absolutamente nada de él en esas tres décadas.
La última persona con la que habló fue su exesposa: pese a estar separados de mutuo acuerdo, convivían bajo el mismo techo de una vivienda ubicada en el barrio Máximo Abásolo, en la ciudad de Comodoro Rivadavia (sur argentino).
"Voy a comprar cigarrillos, ya regreso"
Antes de que desapareciera, el chileno Adolfo Sandoval Farías le hizo a su exmujer, Nelsy Osorio Alonso, un comentario digno del humor antiguo: "Voy hasta el quiosco de la esquina a comprar cigarrillos, ya regreso".
Ese regreso nunca se concretó, el técnico electrónico oriundo de Puente Alto y que se desempeñaba en una radio trasandina jamás volvió a cruzar la puerta de su vivienda, causando la preocupación de su otrora cónyuge.
Nelsy lo esperó pacientemente, pero con el paso de los días aumentó su incertidumbre. Acudió a la policía de Argentina para denunciar la desaparición, pero los esfuerzos de búsqueda fueron en vano. Sin saberse cómo, al chileno se lo había "tragado la tierra".
Surgieron varias hipótesis de lo que le pudo haber sucedido al hombre: que habría regresado a la Región Metropolitana, sin avisarle a nadie; que desde Chile pedían su presencia por la enfermedad de un familiar; y que hasta se habría quitado la vida "por un secreto que llevaba consigo y que le oprimía el corazón", según informó un diario local.
Reapareció después de 30 años: su insólita explicación
Cuando se creía que encontrarlo era una tarea imposible, el hombre de actuales 63 años reapareció casi 780 kilómetros al norte de la última vez que fue visto: en Río Negro, Argentina. Al ser hallado por funcionarios de la División de Búsqueda de Personas de la policía trasandina, explicó su insólita desaparición.
Según el portal TN, el chileno admitió haber residido en Comodoro Rivadavia y que se fue de la casa porque "estaba cansado" de Nelsy. La convivencia no era grata, estaba marcada por las diferencias entre ambos, así que decidió marcharse de la ciudad para siempre, sin contactar a familiares o amigos.
La pista que permitió encontrarlo
Adolfo no sabía que era el protagonista de una particular historia, menos que estaba siendo buscado. La gran responsable del hallazgo fue Daniela Millatruz, jefa de la mencionada división policial, que dio detalles de cómo dieron con el paradero del sujeto.
"Ingresé a la sección a mediados de diciembre del año pasado. Aparte de los casos que vamos teniendo diariamente, también me puse a ver los expedientes antiguos. Entre ellos estaba el de este ciudadano, Sandoval Farías", comentó a la prensa local.
"Empezamos a trabajar y a buscar información en el barrio Máximo Abásolo, datos en la última comisaría de aquellos años en la cual se había radicado la denuncia (de Nelsy)", agregó.
Además de conversaciones con policías retirados, la investigación fue más expedita en comparación a 1993, gracias a los avances tecnológicos. Entonces, cuando insertaron el nombre "Adolfo Enrique Sandoval Farías" en el sistema, obtuvieron la dirección domiciliaria de una persona que tenía el mismo nombre.
"Cuando llegamos nos presentamos y hablamos con él, comentándole una nota que había en los medios (de la época). Nos dice que sí, que era él la persona buscada, el técnico electrónico que había desaparecido en aquellos años", contó la uniformada.
Lamentablemente, Nelsy falleció sin saber el destino de Adolfo. Ahora, la policía inició labores para encontrar a los hijos de la mujer "y poder terminar con esta historia", concluyó Millatruz.