Logo Mega

Este aviso se cerrará en segundos

La caída del clan "Arcángel Miguel": La mano derecha del líder usaba brujería y espiritismo para seguir traficando

¿Qué pasó? 

Un peligroso clan narco apodado "Arcángel Miguel", que se dedicaba a la plantación y comercialización de cannabis en la comuna de Petorca, región de Valparaíso, y que mantenía atemorizados a los vecinos de la zona, fue capturado por la Policía de Investigaciones tras meses de seguimiento. 

Se trata de una organización delictual que estaba dispuesta a todo para proteger su lucrativo negocio, al punto de no solo intimidar con armas de fuego a sus posibles adversarios, sino también recurriendo a la brujería y el espiritismo para su protección. 

Ir a la siguiente nota

El líder y su mano derecha

El líder de la banda era Genaro Valdez, quien ya se encontraba tras las rejas, sin embargo, seguía operando desde la cárcel. 

El subcomisario Felipe Olea, de la Brigada Antinarcóticos y contra el Crimen Organizado (Brianco), asegura que se trata de "un sujeto bastante violento, que se encuentra actualmente imputado en una segunda causa por robo con violencia". 

Lorena González, era la mano derecha del líder y controlaba todo el clan mientras él permanecía privado de libertad. 

"Son los ojos que tiene Genaro en la calle. Es la encargada de reasignar los turnos a los cuidadores (de las plantaciones), de llevarles alimentos, y de comercializar la droga una vez que esta era cosechada, dosificada y bajada hasta zona segura", señaló el subcomisario Olea. 

Protección espiritual 

La mujer no solo proveía a sus trabajadores de armamento de fuego, sino también de protección espiritual.

De acuerdo al Fiscal Felipe González, de la Fiscalía de Valparaíso, "ella se preocupaba de forma reiterada de que cada uno de los actos ilícitos que eran ejecutados fueran bendecidos a través de la utilización de santos, que eran establecidos como hitos en cada uno de los cultivos ilegales de drogas, a los cuales los integrantes de la banda debían efectuar rogativas prendiendo velas y manteniendo una constante preocupación por santificar su actividad ilícita". 

 

Meganoticias

 

"Una noción muy similar a lo que ocurre en México con las organizaciones criminales que rinden culto a santos, particularmente, a la muerte", agregó. 

Por su parte, el subcomisario Olea afirmó que Lorena "obligaba a los cuidadores a tener este tipo de santuarios, y lo corroborara a través de fotografías. De hecho, ella diariamente los estaba llamando, (y les pedía) que le mandaran fotos de los cultivos y de ellos, y con eso les iba a realizar una protección". 

Lorena mantenía como principal hombre de seguridad a su hijo, Jean Patric Sáez, "quien se encargaba en la Región Metropolitana, en dos departamentos que tenían, de guardar la droga que iba a ser distribuida", explicó el persecutor. 

"No me conozcan el lado malo"

Durante la investigación, muchas de las conversaciones que Lorena sostuvo por teléfono con los cuidadores de las plantaciones fueron grabadas por la policía, dejando en evidencia la supuesta protección espiritual que ella ejercía por medio de otra mujer que les veía las cartas y ejercía brujería.

"La Fabi les había tirado las cartas a todos, les ve mucha plata, les ve mucho éxito, pero lo único que tienen (que hacer) es no tomar, porque dice que ustedes tomando se arman problemas y pasa una desgracia", se le escucha a ella en una de las llamadas.

En otra, cuando uno de sus trabajadores asegura haberse enfrentado con la policía, Lorena le dice: "Pídele al arcángel no más, que a la Fabi ya la tengo trabajando, ahora voy a prender las velitas (...) Pídele tú a San Andrés y al Arcángel".

"Pídele con tu fe, yo le voy a prender velitas ahora. Tranquilito, no te va a pasar nada, yo te voy a proteger", agrega.

Sin embargo, no solo usaba sus creencias para el "bien" de los integrantes de clan, sino que también para desear malos augurios: "Dile que dije que a mí no me conozcan el lado malo, porque yo trabajo con una bruja y en un, dos, por tres, los puedo derribar", le indica a su interlocutor.  

"Hay gente amenazada"

Un vecino de Petorca, quien decidió identificarse como Javier para resguardar su identidad, asegura que "hay gente que ha sido amenazada, a otros les llegan coronas funerarias". 

De acuerdo a su versión, este acto delictual, y cada día que pasa suma nuevos soldados, debido a los ingresos que genera, donde cada semilla tiene un valor cercano a los 25 mil pesos. 

"Hay muchachos que, por temporadas, cuidan plantaciones de marihuana. Les pagan desde 5 millones por mes, entonces para ellos es rentable. La temporada les puede durar seis meses, con cerca de 20 millones que recibe cada cuidador", agrega.

Al ser consultado si en un paseo familiar alguien se encuentra de frente con esta plantación, explica que los miembros de la banda podrían herir o matar, sobre todo "si no los conocen, si son de afuera". 

Revisa el reportaje