Ejecutivos chilenos acusados de defraudar empresa gastaron en "mujeres y licor" durante viajes a Perú
- Por Lucas Figueroa
¿Qué pasó?
Primus Capital, empresa que pasa por un complejo momento económico, acusa a Francisco Coeymans, exgerente general, e Ignacio Amenábar, exgerente comercial, de ser los responsables de defraudar con millones de pesos a la sociedad, en un entramado que contempla presuntas transferencias de dineros y operaciones realizadas con cheques falsos.
Ambos optaron por autodespedirse y presentaron una demanda laboral, donde niegan su responsabilidad y aseguran que los supuestos cheques falsos fueron visados por Eduardo Guerrero, director de la compañía.
En ese sentido, ejecutivos de la filial peruana de la emprersa entregaron detalles de lo que eran los viajes de Coeymans y Amenábar al país vecino, periplos que involucraban "hoteles, mujeres, licor y negocios".
De acuerdo a lo que consigna La Tercera, Sandro Olivera, gerente de operaciones de la filial peruana, en una declaración dada a fines de julio de 2023 ante la notaria Mónica Tambini, dijo que "en varias oportunidades, los exdirectores nos contaron hechos relacionados a su vida nocturna en reiteradas visitas a Perú y otros viajes que involucraban hoteles, mujeres, licor, negocios e intereses personales y altos niveles de gasto. Esta situación comenzó durante la apertura de fronteras después de la cuarentena por Covid”.
Las declaraciones de ejecutivos peruanos
Posteriormente, el propio Olivera mencionó a Antonio Guzmán, abogado que también ha sido acusado por Primus de tener participación en el posible esquema fraudulento.
"Francisco Coeymans me presentó a Antonio Guzmán en una cena en el bar del Hotel Hyatt. Él vino a Perú a entrevistarse con empresarios mineros. Esa noche, Guzmán nos enseñó sus relojes, fotos de sus autos, casas y fiestas en los que aparecían famosos chilenos. Puedo recordar a Mauricio Pinilla. Esta fue la única vez que lo vi”, agregó.
De la misma manera, Olivera consignó la existencia de Juan Pablo Bañados, a quien Coeymans le presentó también.
"Esa noche (Bañados) estuvo haciendo alarde de su reloj, los famosos que conocía, las mujeres con las que conversaba por WhatsApp o Instagram, y los contratos millonarios de sus empresas", consignó.
"Tenían apariencia de damas de compañía"
En ese sentido, José Luis Risco, un gerente comercial de Primus Perú, detalló que en dos oportunidades fue testigo del comportamiento fuera de horario laboral de los ejecutivos mencionados. La primera, fue en un bar, después de una reunión de los gerentes de Perú con Bañados, cuando llegaron amigos de los exdirectores y "estaban con un grupo de mujeres, que tenían apariencia de damas de compañía".
Dentro de sus declaraciones, los ejecutivos peruanos precisaron que "los daños que han originado los exdirectores en la compañía en Perú están enfocados en aprobaciones de operaciones comerciales por importes menores en la cartera que se gestiona, pero sí muy vinculados a hechos de ética y moral, puesto que solicitaron a la administración de la compañía realizar actos que afectaron o pueden aún afectarla, donde resalta la ausencia o limitación para cobranza a clientes y deudores en específico, así como a propiciar o solicitar realizar gastos no vinculados con el giro del negocio”, describió el abogado José Asti, que es gerentes de asuntos legales de la filial peruana.
Otro de los puntos abarcados por Sandro Olivera es cómo Coeymans habría encubierto un actuar impropio del exgerente comercial en Lima, Vittorio Pessagno, quien empezó a estar en la mira por sus compras.
"La conducta y ritmo de gasto de Vittorio Pessagno comenzó a despertar dudas poco antes de la pandemia, cuando José Asti preparó un informe detallado sobre la adquisición sospechosa de sus autos. Después de la cuarentena, Vittorio empezó a generar una gran preocupación y dudas en el equipo debido a su bajo ritmo de trabajo, su dudosa relación con clientes complicados en cobranza, vinculación sentimental con Paola Injoque (jefa de negocios de Primus Capital Perú) y desconexión con la oficina", indicó Olivera.
A propósito de lo mismo, Asti comentó que Coeymans habló con Pessagno asegurándole que, a pesar de haber sido despedido, podría prestar servicios en cobranzas y conseguir financiamiento para la compañía en Perú.
Este artículo informa de un proceso judicial en curso, por lo que los involucrados no deben ser considerados culpables hasta que los organismos pertinentes lo determinen.
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