Engañados por tres horas: Parte policial revela qué pasó dentro del Ministerio de Desarrollo Social el día del robo
- Por Gabriela Tapia | Mega Investiga
“Mira conche… te cagué”. Esa fue la última frase que José, uno de los guardias de seguridad del Ministerio de Desarrollo Social y Familia (Mideso), escuchó antes de que el supuesto ministro Giorgio Jackson cortara la llamada de Whatsapp en la que le solicitaba entregar múltiples computadores a unos “sobrinos” y “gente de confianza”. Así consta en el parte policial del 20 de julio, donde distintos trabajadores y testigos narran la confusión que se vivió en el edificio el día del robo.
Mediante el “cuento del tío”, estafadores convencieron a los guardias del Mideso para que les entregaran 23 computadores y una caja fuerte a un grupo de antisociales, bajo la excusa de que el ministro Giorgio Jackson había tenido un accidente.
Presuntamente, quien engañó al guardia fue Miguel Ángel Apablaza Suárez. Lejos de ser ministro o de trabajar en el Estado, el hombre de la videollamada está privado de libertad en el Centro de Detención Penitenciaria de Puente Alto, donde cumple 9 años de condena por los delitos de receptación, robo en lugar habitado y robo con intimidación.
Pasaron casi tres horas desde la primera llamada de los estafadores al Mideso, cerca de las 20:30 del miércoles 19 de julio, hasta que se levantaron las alertas entre los trabajadores que cumplían labores nocturnas en el edificio ministerial de Catedral 1575.
Las cámaras de seguridad registraron todo. La hora tiene un desfase de 59 minutos 36 segundos de adelanto respecto de la hora oficial de Chile continental.
La primera comunicación: “Que no sepa mi señora”
20:30 horas. A poco más de una hora de haber recibido el turno, los guardias Julio y José recibieron la primera llamada del supuesto “ministro”. En esta primera comunicación, la persona se identificó como el ministro Jackson, asegurando: “Tuve un accidente y necesito que manden una grúa, pero esto quiero que sea todo a discreción, que no sepa mi señora”. Cabe destacar que el ministro no está casado.
En esa misma llamada, el estafador les solicitó a los guardias un número de Whatsapp para hablar por videollamada. Según declaró uno de los guardias, “solo se veía la foto de una persona. Portaba un jockey, tez blanca, con lentes ópticos, en realidad era igual al ministro Giorgio Jackson”.
Aproximadamente a las 21:00, el hombre de la videollamada solicitó que se entregaran 50 Notebook, de los que fueron recolectados sólo 23 equipos. Una hora más tarde, a las 22:00, pasó un vehículo con un hombre a bordo que recibió los computadores y se retiró.
Los sobrinos fumigadores
Cerca de las 23:10, el guardia José comunicó a su compañero que abrieran la cortina metálica del ministerio, ya que ahora vendrían tres sobrinos del ministro Jackson a fumigar las oficinas. Cuando abrieron el acceso, había tres hombres con overoles blancos y mascarilla, sin equipos de fumigación pero con una “yegua”: un carro para trasladar elementos pesados.
Según la declaración de Julio, se demoraron 15 minutos en subir al quinto piso y bajar, llevando consigo una caja metálica. Los guardias ayudaron a los hombres a cargar el auto y estos se retiraron prontamente.
“No abran más la puertas, esto es el cuento del tío, una estafa”
En todo momento, José estuvo en la llamada con el hombre. José declaró ante Carabineros que, tras subir la primera caja fuerte al vehículo, “el ministro me dice que sus sobrinos van a volver a buscar otra caja fuerte, pero más grande”. Sin embargo, este último robo no fue concretado, ya que una trabajadora de aseo encendió las alarmas.
Los registros muestran que cuando la funcionaria de limpieza consultó a su jefe directo sobre fumigaciones agendadas para esa jornada y le informaron que no había ninguna programada, dio aviso a Julio para que cerraran las puertas y a José, para que cortara la llamada.
Con el aviso de la trabajadora y cayendo en cuenta de lo sucedido, José increpó al hombre de la llamada. “El ministro me dice que está pasando, donde yo le respondí que todo era una estafa y el ministro me dice: “mira conche… te cagué” y cortó la videollamada. Yo ahí recién me percaté que la persona con la que estuve hablando por videollamada no era el ministro Giorgio Jackson”, aseguró.
¿A dónde se fueron los computadores?
Cuando la detuvieron efectivos de Carabineros el 20 de julio cerca del mediodía, Elena Rojas llevaba 23 notebooks en dos bolsas y un carrito de feria. La mujer estaba esperando un Uber para trasladar los equipos sustraídos y entregarlos a un reducidor.
Según su declaración voluntaria, admitió que su nieto Miguel Ángel Apablaza Suárez le pidió recibir una encomienda la noche del 19 de julio. Según los registros de la llamada, la mujer le dijo a Apablaza: “No me vayas a meter en problemas, tú sabes que yo tengo antecedentes y no puedo meterme en problemas”.
Casi a las 22:00, un conductor de Uber recibió los computadores y los trasladó hasta Renca, donde Elena y una sobrina de 13 años los recibieron. Fue recién al día siguiente viendo las noticias, que cayó en la cuenta que tenía las especies robadas desde el Mideso en su casa.
En su declaración, Suárez dijo a Carabineros: “Yo creo que al él le pagaron o le ofrecieron una moneda para hacer esto, no lo puedo asegurar porque realmente no lo sé, pero a él lo escuché muy tranquilo, como que no sabía realmente que esto era algo grave”.
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