De la UNE a RD: El capítulo donde Daniel Andrade dejó atrás aliados políticos
- Por Tomás Marín | Mega Investiga
En noviembre de 2016 en la Universidad de Chile, Daniel Andrade se adjudicó un triunfo que catapultó su carrera política. De la mano del movimiento de la Unión Nacional Estudiantil (UNE), Andrade se convirtió en el presidente de una de las federaciones más importantes a nivel nacional. Había llegado a la UNE en 2013, y participó activamente en el movimiento hasta inicios de 2018, cuando protagonizó una rauda salida en dirección a Revolución Democrática.
La Unión Nacional Estudiantil llegó a instalarse desde 2011 en varias universidades del país y formó parte del debate en búsqueda de construir una “tercera vía política”, escenario donde disputaron espacios de representación con la fuerza que venía desde RD. "Nosotros en la Universidad siempre fuimos antagonistas, teníamos miradas muy distintas sobre la construcción estudiantil", dice Sebastián Farfán (CS), consejero regional de Valparaíso y ex representante de la UNE.
En búsqueda de formalizar su influencia política, la UNE se sumó a las conversaciones que derivaron en Nueva Democracia (ND), que contaba entre sus impulsores con el líder sindical Cristián Cuevas, y que se lanzó oficialmente como movimiento en septiembre de 2016. Como miembro del Frente Amplio, ND participó sin éxito de las elecciones parlamentarias de 2017. Y en gran parte, sería ese mal resultado, lo que debilitó el impulso del movimiento.
Ir a la siguiente notaLa decision de migrar
En enero de 2018, Nueva Democracia decidió realizar un Congreso con sus militantes, donde se definiría su futuro político tras las elecciones. En ese espacio, una facción importante de la UNE liderada por Daniel Andrade, transparentó que su definición era migrar a Revolución Democrática. “ (...) La UNE no da el ancho para esas posibilidades que abre el nuevo ciclo político. Por eso, un conjunto de dirigentes estudiantiles que estamos en distintas federaciones nos disponemos a dar este salto y entrar a una organización política que esté a la altura del desafío que plantea el FA”, dijo Andrade en entrevista con El Desconcierto a fines del mismo mes.
Con la definición tomada, el grupo llegó a instalarse en el ala más de izquierda de RD, y sería relevante para inclinar la balanza a favor de Catalina Pérez en las elecciones internas de 2019 frente a Javiera Parada. Con esa victoria, el propio Andrade entró también a los espacios de poder en el partido, el mismo del que fue expulsado el 30 de junio en medio del caso abierto de Democracia Viva.
Para sus pares de Nueva Democracia, su salida del movimiento generó molestias y críticas hacia una actitud que, según dicen, habría estado basada en el éxito electoral reciente que obtuvo RD. "Sentimos que nos dieron la espalda al proyecto político que nos había costado construir durante muchos años, fue un movimiento muy centralista y electoralista", dice Farfán. Mientras que para Cristián Cuevas, ese capítulo adelantaba una forma de actuar en política, "Eso la verdad que nunca lo entendí, y lo entiendo solamente como un afán oportunista y que obviamente hoy día queda graficado en lo que estamos viendo”.
Por su parte, Andrade, defendió que la decisión de irse al que fue por muchos años su rival en las urnas, no se basaba en un interés electoral: “Si nosotros entramos, tiene que ver con dónde vamos a dedicar nuestros esfuerzos, que están en el hacer política y realizar cambios, y RD ha demostrado que, pese a sus diferencias, lo ha logrado y eso es lo bonito: avanzar en la agenda y hacer política se materializa”, dijo a El Mostrador el 13 de febrero de 2018.
Con la facción de la UNE que se quedó en ND, grupo que representaba el tronco histórico del movimiento, empezaron a impulsar una reestructuración que derivó en la fusión con Socialismo y Libertad, el Movimiento Autonomista e Izquierda Libertaria, para formar a fines de 2018 Convergencia Social.
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