Más de 20 pistolas, placas y municiones: Las armas robadas a funcionarios de la PDI
- Por Gabriela Tapia
Eran casi las 8 de la noche del pasado 10 de abril, cuando un grupo de tres personas asaltó, amenazó y golpeó a un detective de la Policía de Investigaciones (PDI) en la comuna de Pedro Aguirre Cerda. En un comienzo, se le acercó una pareja que lo amenazó con un revólver. Cuando intentó retroceder para usar su arma de servicio, una tercera persona lo inmovilizó por la espalda. Lo golpeó, le robó su teléfono y la pistola Jericho que traía consigo.
Meses más tarde, en octubre de 2022, una comisario de la Prefectura de Migraciones tomó un vuelo desde Santiago a Arica. No imaginaba que, al llegar a la ciudad norteña, su arma fue sustraída. Según declaró, la última vez que la tuvo en sus manos fue cuando entregó su pistola Jericho al personal del aeropuerto para embarcarla de manera segura en el avión.
Distintas escenas, lugares y funcionarios de la PDI, pero que guardan un denominador común: el robo de armas de servicio. Mega Investiga accedió mediante Ley de Transparencia al listado de sumarios por robo de armamento a funcionarios de la Policía de Investigaciones entre enero de 2022 y abril de 2023. En total, son 21 pistolas de servicio, 17 cargadores con tiros y 10 placas sustraídas.
Tras cada uno de estos hechos, la institución policial instruyó sumarios administrativos, con el fin de establecer causas, circunstancias y la responsabilidad de los funcionarios en los hechos.
Encerronas y robos en los autos
Los escenarios en los que ocurrieron los robos son variados, pero cinco ocurrieron al interior de vehículos. Uno de ellos fue un comisario de la Brigada de Investigación Criminal de Conchalí, quien en mayo de 2022 fue víctima de una encerrona en la comuna de Vitacura.
En el sumario se detalla que, mientras manejaba por la autopista, fue interceptado por un vehículo con tres personas armadas que lo apuntaron y amenazaron para que se bajara. Así, los delincuentes escaparon con su automóvil, una pistola Jericho y un cargador con 15 tiros.
Otro hecho menos violento ocurrió en septiembre de 2022. La pistola de una comisario de la Jefatura Nacional de Delitos Contra las Personas fue sustraída junto con una mochila desde el interior de su vehículo particular, mientras retiraba a su hija de un jardín infantil en Ñuñoa.
Similar a este es el caso de un inspector del Departamento de Migraciones y un asistente policial de la Brigada Investigadora de Delitos Económicos (Bridec). En enero de 2023, hicieron una parada en un servicentro de la Ruta 68. En el lugar, desconocidos les robaron sus mochilas desde el auto institucional en el que viajaban: en los bolsos había una pistola Jericho y dos cargadores con 15 tiros cada uno.
Robos en casas
Sin embargo, no todos los robos ocurrieron en la vía pública. Otras seis armas de fuego fueron sustraídas desde domicilios particulares. Ese fue el caso del comisario y Jefe de Asesoría Técnica Regional de Arica, cuya arma de servicio fue robada cuando delincuentes asaltaron la casa de su mamá en Linares, en enero de 2023.
Ese mismo mes, pero más al sur del país, tres sujetos forzaron las puertas de la casa de una comisario de la Brigada Investigadora de Delitos Económicos de Rancagua, donde se llevaron –entre otras cosas– una pistola Smith and Wesson y dos cargadores con tiros.
En otro caso, una asistente policial de la Prefectura Metropolitana Centro Norte reportó el robo de su pistola de servicio desde una cabaña de El Tabo, donde estaba vacacionando. Además del arma, también se llevaron un cargador con 15 tiros, su documentación y dinero en efectivo.
Un machete, una subametralladora y 16 pistolas extraviadas
En paralelo a las pistolas que fueron robadas, el registro de la PDI incluye también la cantidad de armas de fuego que fueron extraviadas por los funcionarios. Algunas quedaron olvidadas en baños, otras en servicentros. En total, el registro da cuenta que entre enero de 2022 y abril de 2023, se perdieron una subametralladora, 16 pistolas, 19 cargadores con balas y un machete.
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