"Empezamos a caer intoxicados": Análisis en residentes de Quintero y Puchuncaví arrojaron preocupantes resultados
- Por Iván Briceño
¿Qué pasó?
Contraloría cuestionó, mediante un duro informe, la falta de análisis médicos en la zona de sacrificio de Puchuncaví y Quintero. Y fue a raíz de esto que un equipo de Mega Reportajes, en alianza con un laboratorio, tomó muestras de sangre y orina a 100 niños y jóvenes que viven y estudian allí.
La iniciativa tenía como fundamento poder saber si estas personas tenían metales tóxicos en sus cuerpos. Como resultado se encontró arsénico y plomo, además de Antimonio, Cesio y Manganeso. Mediante esta investigación queda en evidencia que no se ha atendido esta situación.
¿Cuál es la magnitud del problema?
Cien familias de Quintero y Puchuncaví accedieron a participar en la toma de muestras, para niños y jóvenes, que permitiría comprobar o descartar la presencia de metales pesados en sus cuerpos.
Toxicólogo Juan Carlos Ríos, director ejecutivo del Centro de Información Toxicológica de la Universidad Católica (CITUC) señaló: "Es importante destacar el número de muestras, y esta es una buena muestra para poder hacer un análisis, si es que hay un problema ambiental".
Al menos veinte metales en la orina y díez en la sangre es lo que será medido en cada estudiante para poder evaluar la magnitud del problema.
El doctor Juan Patricio Castro, gerente general del laboratorio clínico Laboval, comentó que "nosotros nos fuimos al grupo pediátrico con el objetivo de dar una señal de alerta que estamos preocupados del tema".
Principalmente, son el arsénico y plomo los metales que más preocupan a la familias residentes de dichas localidades, esto por sus demostrados efectos cancerígenos.
Las complicaciones de salud
Carlos Sagredo, paciencte del caso, compartió que en una oportunidad tuvo un episodio en que vio comprometida su salud y que esta situación no fue un caso aislado: "Recuerdo que ese día, al salir del colegio, me subieron a la ambulancia con otros seis niños", señaló.
Se suma el testimonio de Fabián, quien respaldó dichas situaciones y además, destacó que el problema no se atiende con la suficiente urgencia: "Igual me han llevado al Poli por mareos y cosas así y de la nada me dicen que no es nada".
Camila Ponce también es una de las pacientes y compartió su especial preocupación por la magnitud del problema: "Yo creo que es lo que nos pasa a todos aquí la verdad, todos vivimos angustiados no por el ahora, sino por lo que nos va a pasar más adelante... Estoy entre las 17 personas que tienen arsénico", indicó.
Son los testimonios de una comunidad en alerta, que alega un abandono por parte de las autoridades sanitarias y ambientales del país. Un problema que la propia Contraloría General de la República considera de extrema gravedad.
¿La emergencia ha sido atendida?
Héctor Aguayo, jefe de Emergencias de Quintero, indicó: "Es que los instrumentos de medición con los que cuenta hoy la comuna de Quintero son los que tiene el Cuerpo de Bomberos, y la verdad es que son muy precarios, porque no te miden todo".
El 2022 fue un año crítico y esto se respalda en que el propio Presidente de la República, Gabriel Boric, anunció la paralización, durante junio de ese mismo año, de una de las mayores empresas del cordón industrial.
El mandatario declaró que el directorio de Codelco tomó la decisión de avanzar hacia el cese de sus operaciones en la fundición de Ventanas. Esto, porque en plena emergencia los estudiantes caen enfermos, los diagnósticos son poco claros y la zona se satura de contaminación.
¿Desde cuándo existe este problema?
Uno de los pacientes del caso, Carlos Sagredo, compartió que "se ven mucho los dolores de cabeza, en especial por la contaminación, las nubes de gas, se ve mucho niños vomitando".
Carlos es un joven de 18 años, quien junto a Fabián y Nicolás, alzaron la voz frente a lo difícil que significa vivir en esta zona de sacrificio.
"Somos exalumnos de la antigua Escuela La Greda y hemos vivido toda nuestra vida expuestos a la contaminación y ahora estamos estudiando en el liceo más cercano a las empresas", compartió Carlos.
"Hubo mucha manifestación en el colegio, mucho apoderado enojado, se hicieron muchas marchas, muchas protestas, porque no era justo vivir en un ambiente tan sucio, tan contaminado", agregó.
El Ministerio de Salud de la época encargó un estudio para evaluar la presencia de arsénico y plomo en los niños. Los resultados obligaron a reubicar la escuela unos kilómetros más arriba, pero nunca se supo de nuevas mediciones. Y de hecho, la Contraloría General de la República actualmente cuestiona este proceder.
Camila Ponce, paciente del estudio, indicó por qué es importante para ella el tomarse también el examen: "Lo que pasa es que nunca nadie había tomado la iniciativa de esto, y como persona que vivimos en la zona encuentro que es súper justo que nosotros sepamos si realmente tenemos metales pesados en nuestro cuerpo".
Camila, al igual que Carlos, es una exalumna del Sargento Aldea. Uno de los colegios más cercanos al cordón de industrias, en Ventanas. Ella fue dirigenta estudiantil y junto a sus compañeros encabezó la toma del colegio cuando ocurrió uno de los eventos más extraños de la zona: la lluvia ácida.
"Nosotros empezamos a caer intoxicados y a tener síntomas que nunca habíamos tenido en las intoxicaciones, que fue el adormecimiento de las extremidades de distintos alumnos, el dolor de cabeza, las náuseas, los mareos", señaló.
Camila denuncia que allí los más pequeños conviven desde su nacimiento con emergencias sanitarias, como parte de una insana normalidad.
La muestra comparativa
En paralelo a la toma de muestras en la zona de sacrificio, la producción hizo una comparativa con otros cien niños y jóvenes en Santiago, quienes se tomaron los mismos exámenes de sangre y orina con el laboratorio Brimed. En total, cuatrocientas muestras serán analizadas y tabuladas.
José Guatache, técnico del laboratorio del Centro Médico Brimed Salud, señaló: "Nosotros venimos al colegio Siria que está en una de las comunas de Santiago y fue tomado precisamente como control porque suponemos; o sea, no tenemos ninguna fuente de posibles intoxicaciones por este tipo de metales y por eso se eligió".
Aleatoriamente se seleccionaron niños y jóvenes de entre 4 y 26 años, mismo rango analizado en la Región de Valparaíso y con los mismos metales.
Esteban Barnafi, director técnico del laboratorio Barnafie Krause, comentó: "Todos los metales provocan alteración del sistema nervioso central, específicamente el plomo, y el resto de los metales pueden producir daños renales, hepáticos e incluso ciertas cardiopatías".
Juan Carlos Ríos, toxicólogo y director ejecutivo CITUC, indicó que "cuando una población tiene una inquietud frente a un problema medio ambiental lo que hay que medir hay que definirlo muy bien, uno tiene que ver de acuerdo a las industrias qué metales mide".
"Y en ese sentido el arsénico es un compuesto cancerígeno y en general el plomo es una sustancia que genera un daño previo en los niños que es donde más el plomo nos preocupa", agregó.
¿Qué arrojaron los resultados?
En términos generales, 17 niños en Quintero y Puchuncaví arrojaron resultados por sobre la norma en Arsénico, 69 en Cesio, 48 en Manganeso y 89 en Antimonio.
Esteban Barnafi, desde el laboratorio Barnafie Krause comentó: "Los metales en sangre que pudimos observar que tienen presencia en los niños de Puchuncaví son tóxicos. La mayoría de ellos no deberían estar".
En cambio, en Santiago, los resultados del grupo control fueron muy distintos, ya que la presencia de metales de algunos de los niños de Puchuncaví no están en los de Ñuñoa.
Maite Berasaluce, investigadora de la PUCV indicó que el: "antimonio u otros metales que han detectado o tienen riesgo de cáncer en alguna etapa del crecimiento de los niños, pero metales como el arsénico sí, no toda la gente expuesta a arsénico tiene cancer pero sí mayor probabilidad".
Los otros metales pesados que salieron fuera de la norma tienen efectos adversos como dermatitis, afectación del sistema nervioso y alteraciones en el aprendizaje. Por lo mismo recomiendan hacer seguimiento de los análisis y tomar medidas en casa.
Por eso los expertos destacan que lo más importante es convertir esta toma de muestras en un protocolo constante. Una forma de detectar a tiempo enfermedades crónicas.
¿Qué ocurre con los casos más graves?
El doctor Juan Patricio Castro del laboratorio Laboval indicó que "hay algunos pacientes que es importante chequearlos, porque salieron no en niveles marginales, sino que salieron en niveles muy altos, entonces es un llamado a las municipalidades para que pidan que se chequeen cada cierto tiempo".
El alcalde de Puchuncaví, Marcos Morales, hizo un llamado a la autoridad: "Que hoy día los metales pesados estén presentes en nuestros niños y niñas es algo gravísimo y que merece la atención del Estado, de las autoridades y de buscar soluciones al más breve plazo".
Camila Ponce, paciente del caso, se mostró poco optimista frente a los resultados: "Yo esperaba tener arsénico la verdad, aunque suene así como fome, la verdad yo lo esperaba, porque llevo 19 años viviendo acá, mi familia ha muerto de cáncer entonces es algo que uno se esperaba".
Reportajes de Mega solicitó una entrevista con el Ministerio de Salud, pero declinaron participar de este reportaje, por estar trabajando en su propia toma de muestras. Por lo pronto, este ejercicio periodístico da luces de la angustia que sienten miles de familias al sentir que el Estado los ha abandonado.
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