"Entre la UP y la Concertación": Mauricio Morales y el PS al competir con Apruebo Dignidad en elecciones de consejeros
- Por Meganoticias
¿Qué pasó?
El académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, analizó la resolución del Partido Socialista al unirse a Apruebo Dignidad en las elecciones de consejeros constitucionales.
El análisis de Morales
Este fin de semana se presentó un hito clave. Mientras el Partido Socialista (PS) decidió competir junto a Apruebo Dignidad para las elecciones de consejeros constitucionales, el PPD optó por una lista conjunta con otros partidos moderados. Se ha producido, entonces, una fractura muy significativa en la socialdemocracia chilena.
El PS prefirió robustecer una alianza con el PC y los partidos emergentes de izquierda en lugar de promover una nueva alianza de centro con sus socios tradicionales. Dicho en fácil, el PS se inclinó por un modelo coalicional más parecido a la UP que a la Concertación. Si ya había roto relaciones con la DC para las presidenciales de 2021 -en que incluso fue humillado por Apruebo Dignidad al impedir su ingreso junto al PPD en una primaria conjunta- ahora hizo lo propio con un partido que es algo así como su primo hermano: el propio PPD.
Según Cadem, es cierto que los ministros del Partido Socialista son por lejos los mejor evaluados del gabinete, y que es muy probable que sea el único partido que flote al finalizar el gobierno del Presidente Boric. No por nada el PS ha sido uno de los partidos más estables electoralmente, con bancadas parlamentarias influyentes en casi todo el período democrático. No obstante, la decisión representa una serie de riesgos.
Primero, aferrarse a un grupo de partidos de izquierda que ha mirado más con recelo que con confianza a la exconcertación, incluyendo al PS. El amor que le bajó a los dirigentes de Convergencia Social por Michelle Bachelet no es endosable al partido bajo ninguna circunstancia. Segundo, que esta decisión obliga al PS a definirse como un genuino partido de izquierda. Puede que así lo sientan sus militantes, pero desde las elecciones inaugurales de 1989, e incluso desde mucho antes, la colectividad optó por una alianza de centro-izquierda, la más exitosa en la historia de Chile. Tercero, que por lo anterior, al PS le será más difícil conquistar electores de centro: “dime con quién andas, y te diré quién eres”. Perfectamente, los electores de centro podrían asociar al PS con la extrema izquierda, y no con la moderación que, en teoría, busca la mayoría de los votantes. Cuarto, que si en efecto el PS es recompensado por el Presidente Boric con más subsecretarías, entonces ya no será un partido “invitado” a ser gobierno, sino que se convertirá en el partido más importante de la administración. ¿Cuál es el problema acá? Según la última Cadem, el Presidente es mal evaluado en dos dimensiones claves: capacidad para gestionar crisis (29%) y contar con un buen equipo de ministros y subsecretarios (28%). Si el esfuerzo del PS no alcanza para mejorar en ambas dimensiones, entonces será protagonista de un tremendo fracaso gubernamental, lo que afectará sus opciones tanto en los comicios locales de 2024 como en los comicios nacionales- incluyendo la elección presidencial- de 2025.
Dicho lo anterior, hay un segundo escenario. ¿Qué pasaría si con el ingreso masivo del PS al gobierno comienzan a aumentar los niveles de aprobación presidencial?, ¿a quién se le atribuiría ese éxito, sobre todo si amaina la crisis económica y se controlan los problemas de seguridad pública? El Partido Socialista se convertiría en el partido estrella del país. Es un escenario menos probable que el anterior, pero no descartable.
Por cierto, implica un tremendo riesgo para el PS, pues se unirá de manera definitiva a socios que no conoce a plenitud y que en cualquier momento podrían dispensar de su ayuda o colaboración. La expectativa del PS, entonces, es que luego de dos años para el olvido, la gestión presidencial de Boric mejore sustantivamente en 2024 y 2025, justo en años de elecciones. Hoy por hoy, todo esto es un sueño, pero si se cumplen los malos presagios, será una pesadilla difícil de olvidar.
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