El drama de familias en Pichidangui: Denuncian que agua de sus casas es salada y que les cobran por el mal servicio
- Por Diego Alonzo
Una comunidad ubicada en Pichindangui, en la región de Coquimbo, se ha manifestado en diversas ocasiones, alegando en contra de la empresa encargada del suministro de agua en la zona. Se trata de la compañía San Isidro, que ha presentado una serie de inconvenientes con la entrega de este recurso vital.
Los vecinos, que forman parte de 1.189 familias afectadas, denuncian que no hay suministro de agua potable y que, incluso, por los grifos de las casas sale salada, lo que se ha transformado en un verdadero problema para el diario vivir, aunque también para uno de los principales rubros de la zona: el turismo.
La situación habría comenzado a desarrollarse a principios de 2022, cuando la compañía dio aviso de que había problemas de abastecimiento, por lo cual sería necesario hacer cortes nocturnos.
Agua salada en Pichidangui
A raíz de lo anterior, Raúl Cepeda, presidente de la Mesa de Trabajo por el Agua, explicó al matinal "Mucho Gusto" que "por un tema sanitario, la superintendencia regional autorizó que se inyectara en las cañerías de nuestras casas agua salada".
Tras esta situación, Raúl y un grupo de vecinos consiguieron que la empresa dispusiera de algunos puntos de abastecimiento de agua potable para la comunidad. En un comienzo fueron ocho y hoy son 25, los que se han transformado en la principal fuente del recurso hídrico.
No obstante, lo que ha llamado la atención es la continuación del cobro por el servicio: "Están cobrando por un servicio que no están prestando", aseguró Raúl.
En este sentido, Bernardo Céspedes, vecino del sector, dijo: "Que nos cobren el agua y sale salada, la palabra técnica es un robo. Yo pago por agua potable y lo que recibo es agua salada".
¿Qué sucede en los colegios?
Si bien hoy los estudiantes se encuentran de vacaciones, durante todo el año pasado debieron soportar problemas relacionados con este hecho.
"Dentro de nuestro establecimiento, ellos (los alumnos) tienen un invernadero. El regar con esta agua salada mata las plantas. Por lo tanto, no podemos tener invernadero", sostuvo Ernesto Pavez, director de una escuela en Pichidangui.
Pavez aclaró que esta problemática también se ha traspasado a otras actividades que se realizan dentro del colegio, remarcando que hay "dificultades con respecto a preparar el alimento y lavarse los dientes".
¿Qué dice la compañía de agua?
Claudia Fuentes, gerente general de Aguas San Isidro, detalló que "esta concesión, en enero del año pasado, se quedó sin sus fuentes originales de abastecimiento. Eso quiere decir que hubo que construir una laguna al borde del mar y con esa agua se pudo terminar un verano".
"La única manera de resolver que esta concesión tenga agua es mediante desalación de agua de mar. Desde que eso pasó, en enero del año pasado, se construyeron, desde abril y hasta diciembre, dos desaladoras de agua de mar, que están en operación desde el 5 de enero. Eso lo hemos comunicado", afirmó.
En esta línea, dijo que "hoy está una desaladora en operación. Está portando diez litros por segundo. Los vecinos desde el día 6 de enero están recibiendo agua potable".
Fuentes reveló que el jueves 12 de enero se hizo presente en la comuna el superintendente de Servicios Sanitarios, Jorge Rivas, quien visitó la concesión y entregó un acta de fiscalización, después de hacer una medición en distintos puntos. Según la gerente general, el acta señala que el agua es potable.
"Desde el 6 de enero está ingresando agua potable al estanque y a la red. Eso significa que comenzó un proceso de renovación de agua que estaba en las redes. El jueves de la semana pasada se certificó que ya en diez puntos el agua es potable. Desde ahí hasta hoy día hemos intentado mantener la continuidad", recalcó.
Para finalizar, Fuentes manifestó que la segunda desaladora comenzaría a operar esta semana y que la calidad del agua está siendo certificada con los equipos de la compañía y a través de la superintendencia.
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