"Es más actitud que aptitud": La ingeniera que rindió la PSU, PDT y la PAES y en todas sacó puntaje máximo
- Por Ana María Lizana
María José Gómez es una ingeniera civil, graduada de la Universidad Católica y que, en la actualidad, se dedica a hacer clases de matemáticas para preparar a jóvenes para la prueba de ingreso a la universidad.
Sin embargo, unos hechos que la destacan, es que ha dado la misma prueba en cinco ocasiones y en todas ellas, ha sacado puntaje máximo, tanto en la PSU, la PDT y la PAES.
El recorrido de María José
En el 2010, ella salió de cuarto medio y dio la Prueba de Selección Universitaria (PSU) en aquel entonces, alcanzando los 850 puntos en Matemática.
Con ello, pudo entrar a la Universidad Católica y estudiar Ingeniera Civil. Al acabar su carrera, acabó trabajando en una compañía lechera en la región de Los Ríos. Fue en ese momento que decidió hacer clases particulares de Matemáticas. En primer lugar, fueron presenciales, luego en línea, teniendo más de 100 alumnos bajo su tutoría.
Así fue como decidió dar la prueba entre 2018 y 2021, dando la prueba en tres ocasiones más, cuando la prueba pasó a llamarse Prueba de Transición (PDT), alcanzando los máximos de 850.
"Lo hice para conocer el instrumento de evaluación y preparar a mis alumnos lo mejor posible", cuenta Gómez en conversación con LUN. Por ello, el pasado 30 de noviembre repitió la hazaña y logró el puntaje máximo.
Los consejos de la ingeniera
Respecto a la prueba de Matemática, dice que, actualmente, "te ponen un caso de la vida real donde uno tiene que leer, comprender y saber cómo va a resolver el problema. Tiene habilidad y mucha comprensión".
"La parte matemática es más fácil que las pruebas anteriores, pero se requiere una buena comprensión lectora. Una persona que no la tiene no va a saber qué hacer", afirma.
Por ello, aconseja que el estudiante tenga tiempo de preparación, así como también maduración y comenzar a prepararse desde tercero medio y para cuarto medio "mientras más ejercite, mejor puntaje tendrá".
"Esta prueba el nivel de dificultad de las preguntas no era muy alto, ahora no habían preguntas corta cabezas como en los años anteriores. El alumna que se aplica, que estudia, le va a ir bien", dice.
"Más actitud que aptitud"
Por ello, reafirma la idea de que es un trabajo a largo plazo y añade que "no es algo que se pueda entrenar de un día para otros, pero si somos constantes, es imposible que les vaya mal".
"Esta prueba es más de actitud que de aptitud: si no uno realmente se esfuerza y pone todas las ganas, puede lograr un buen puntaje. No se necesita ser un genio", asegura.