El millonario conflicto entre los hermanos que crearon el paradisiaco San Alfonso del Mar
¿Qué pasó?
Al borde de la costa de Algarrobo, en la región de Valparaíso, unas enormes torres escalonadas se destacan por sus lujos: se trata de San Alfonso del Mar, un recinto residencial y vacacional que tiene como principal atractivo turístico una laguna artificial, cuyos creadores chilenos están protagonizando un millonario problema.
Por un lado está Fernando Benjamín y, por otro, Myriam Pamela; ambos de apellidos Fischmann Torres. El primero es bioquímico y fundador de la empresa Crystal Lagoons, creadora de lagunas artificiales a nivel mundial. La segunda, su hermana, fue socia en la sociedad que dio origen a San Alfonso del Mar, la Inmobiliaria El Plomo.
Con Fernando también son socios de otra inmobiliaria, El Plomo SpA, pero tienen representación distinta: él posee el 80% y ella el 20% —a través de la Inmobiliaria El Plomo Dos, propiedad de Myriam en un 99%. Después de una década de relaciones, el conflicto entre ambos familiares estalló a principios de 2022.
El origen del millonario conflicto entre los Fischmann Torres
Hasta febrero de este año, Myriam era la representante de El Plomo SpA y el Plomo Dos. El cargo le fue retirado, porque El Plomo SpA le pidió que aclarase "una serie de irregularidades y actuaciones cometidas por ella" mientras se desempeñaba como administradora, señala un escrito judicial presentado por los asesores de Fernando.
Según acusan los abogados del hombre, la Inmobiliaria El Plomo "sufrió una sorprendente e inexplicable pérdida patrimonial, disminución de activos y pérdida de liquidez, al punto de encontrarse actualmente en una situación casi ruinosa". Al mismo tiempo, El Plomo Dos —la sociedad de Myriam— "experimentó un crecimiento patrimonial sorprendente y cuestionable desde diversos puntos de vista".
Las tensiones continuaron profundizándose en junio, cuando se le solicitó a Myriam que abandonase las oficinas de todas las sociedades que compartía con Fernando, las que están ubicadas en un edificio en Vitacura. Para evitar el desalojo, ella presentó un recurso de protección que no fue admitido por los tribunales.
El problema escaló hasta la Cámara de Comercio de Santiago, específicamente al Centro de Arbitraje y Mediación (CAM). Ahí entra en escena el exministro de Sebastián Piñera, Felipe Bulnes, designado como árbitro y cuya principal misión era resolver el conflicto entre los Fischmann Torres, entre otros asuntos.
Hasta el día de hoy, el conflicto sigue en la CAM, pero paralelamente se está desarrollando en tribunales civiles, porque Myriam hizo dos arremetidas contra su hermano menor.
La insólita venta que golpeó a Myriam
Según reporta La Tercera, los abogados de la mujer presentaron dos acciones legales contra Fernando. En una de ellas exige el pago de $3.781 millones por una deuda que El Plomo Spa —la sociedad que tenía con su hermano— habría reconocido con El Plomo Dos en diciembre de 2019. Como respuesta, además de cuestionar la supuesta deuda, los abogados de Fernando dicen que El Plomo Dos le debe a él un monto mayor al pago que ella exige.
La segunda acción legal sería por un hecho que causó la indignación de la hermana. Ella pide la nulidad de un contrato de compraventa efectuado en septiembre de 2012, cuando se produjo la venta de la marca comercial Crystal Lagoons, cuya propuesta de valor es "la instalación de lagunas artificiales de considerable extensión en los espacios comunes del proyecto respectivo. El ejemplo más característico de estos desarrollos es el proyecto San Alfonso del Mar", expuso Myriam en el documento presentado en el Octavo Juzgado Civil de Santiago.
La mujer demanda que "bajo la administración de Fernando Fischmann Torres, El Plomo vendió a un precio vil e irrisorio la referida marca comercial a la sociedad constituida en la Isla de Curaçao, denominada Crystal Lagoons (Curaçao) B.V.". Como dueña del 20% de El Plomo, Myriam reclama que su hermano vendió la marca a un insólito precio de 830 dólares, lo que en ese entonces alcanzaba los 394 mil pesos chilenos.
Acusan que Myriam habría aceptado la polémica venta
Junto con pedir la nulidad de la compraventa, Myriam reclama que Crystal Lagoons Curaçao restituya los intereses y frutos percibidos en la última década. El problema es que, según el bufete Carey & Cía., supuestos representantes en Chile de Crystal Lagoons (Curaçao) B.V. en el momento de la transacción, manifestaron que ni su principal socio (Jorge Carey) ni sus abogados representaban a Crystal Lagoons y que la empresa domiciliada en el país de Curaçao dejó de existir en 2019.
A ese golpe judicial se sumaron los abogados de Fernando, quienes aseguran que Myriam, en el proceso de la venta comercial, "no solo participó y estuvo de acuerdo, sino que ayudó a ejecutarlo en momentos en que era administradora de la sociedad vendedora a la que hoy demanda".
La mujer finalmente abandonó las oficinas de Vitacura y el hombre está radicado en Estados Unidos, liderando un negocio que consiste en vender y licenciar la tecnología que permita la instalación de lagunas artificiales, principalmente en recintos turísticos de todo el mundo.
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