Mujer se cayó al entrar a una sucursal bancaria y ahora deben pagarle $5 millones por daño moral
- Por Nicolás Díaz
¿Qué pasó?
El pasado 6 de diciembre, la Corte Suprema de Justicia desestimó un recurso de casación y confirmó la sentencia para indemnizar con $5 millones a una mujer que sufrió un accidente en una sucursal bancaria del centro de Santiago.
Caída en un banco capitalino
De acuerdo al fallo de primera instancia del 25° Juzgado Civil de Santiago, en el que se detallan los hechos, todo se remonta al 5 de enero de 2004. Ese día, una mujer llegó hasta un banco ubicado en calle Huérfanos cuando el guardia del recinto subió la reja perimetral de la sucursal.
Esto provocó que el pie izquierdo de la mujer se enredara en la reja, provocándole así una violenta caída.
De acuerdo a testigos y a documentos médicos, se acreditó que tras el accidente la mujer presentó un fuerte dolor en su pierna izquierda que requirió una costosa rehabilitación y tuvo que usar una silla de ruedas para poder desplazarse durante un tiempo. Todo lo cual afectó enormemente su estado anímico.
Estas afectaciones físicas impidieron que durante un año la mujer, que es abogada y contadora, desarrollara sus compromisos laborales tanto en su oficina particular, como en organismos públicos como el Servicio de Impuestos Internos (SII), la Tesorería y Tribunales. Trabajos por lo que al mes ganaba una suma promedio de $3 millones.
Ante todos estos perjuicios, tanto físicos como económicos, la mujer decidió interponer una demanda contra el banco recién en diciembre de 2007 por una suma de $125 millones. Este dinero se dividía en una indemnización de $9 millones por daño emergente, $36 millones por lucro cesante y $80 millones por daño moral.
Eterna batalla judicial
Pese a esta millonaria petición, el tribunal desestimó el daño emergente y el lucro cesante, entre otras cosas, por el largo plazo en que se presentaron las pruebas, considerando los más de tres años entre el accidente y la demanda, confirmando que el banco demandado solo debía pagarle $5 millones por daño moral.
Sin embargo, esta decisión fue apelada por la entidad bancaria, lo que conllevó una larga batalla judicial que, tras el fallo de primera instancia, pasó a la Corte de Apelaciones de Santiago y posteriormente a la Corte Suprema. Ambos tribunales respaldando el fallo de primera instancia.
A raíz de esto, y tras 18 años del accidente, el máximo tribunal del país ratificó que el banco demandado debe pagarle a la abogada y contadora una suma de $5 millones por daño moral, muy lejos en todo caso de su pretensión inicial de $125 millones.
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