Murió por una punción renal mal realizada: Su familia recibirá $60 millones de indemnización
¿Qué pasó?
Una conocida clínica de salud en nuestro país fue condenada a pagar una millonaria indemnización a una familia cuyo padre murió en agosto de 2017, tras un mal procedimiento en una punción renal.
En detalle, la entidad del sector privado de salud tendrá que pagar $60 millones por concepto de daño moral: la mitad de ese pago será para la cónyuge de la víctima, mientras que el resto se dividirá entre sus dos hijos de 10 y 13 años, así que cada uno recibirá $15 millones.
Además del daño moral, la familia también demandó a clínica por el concepto de lucro cesante y daño emergente, pero estos fueron rechazados por el tribunal de alzada.
¿Por qué fueron rechazados?
En su demanda, la cónyuge del paciente fallecido expuso que "dejé de percibir durante los meses que no pude ejercer mi profesión de abogada, debido a la negligencia de la demandada (de la clínica)", pero la Corte de Apelaciones señaló que no se explica "por qué motivo habría tenido que dejar de trabajar ella a consecuencia de la negligencia que la demandada habría cometido respecto del paciente".
"No se advierte el necesario vínculo causal que debe haber entre el hecho primitivo y su ausencia laboral, además de la necesaria información que debió aportar en cuanto al número de días que no pudo desempeñar sus tareas, la causa concreta y específica de cada falta, su remuneración diaria, en su caso la existencia de licencias médicas y si aquellas quedaron impagas, el motivo de aquello", detalla el organismo judicial.
"Crecer sin la asistencia, compañía y cariño que normalmente un padre predica"
En cuanto a la demanda por daño moral que sí fue aceptada por la corte, se establece que la fatal negligencia médica "ha debido causar pena, tristeza e incertidumbre en las personas que estaban vinculadas por relación de familia con el paciente fallecido".
"Si bien el marido y padre era una persona que padecía de una serie de enfermedades, aparecía en buenas condiciones y se encontraba haciendo su vida de forma normal cuando debió someterse al examen que lo llevó a la clínica demandada, siendo que en un plazo de solo días enfermó de gravedad y terminó fallecido", se lee en la resolución.
La Corte de Apelaciones indicó que esta muerte "afectó el normal desarrollo de la familia", principalmente a los hijos, porque "se vieron compelidos a crecer sin la asistencia, compañía y cariño que normalmente un padre predica a sus hijos pequeños", concluyó.
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