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"Tenía 24 empleados y ahora 10": El análisis de dueño de icónica pastelería sobre la situación económica en Chile

El estallido social y la pandemia tuvieron consecuencias para Francisco "Pancho" Barraza, un reconocido empresario gastronómico que lleva años a cargo de la pastelería Melinka, la cual se ha transformado en una verdadera tradición familiar en el barrio Bellas Artes de Santiago.

Ahora, Barraza se prepara para enfrentar una nueva amenaza: la inflación. Sin embargo, ha decidido no bajar los brazos, llegando, incluso, a vender una casa y un departamento para que su negocio sobreviva.

El hombre afirma que la situación está "bien compleja" y que él no es el único que se ha visto afectado, puesto que un importante porcentaje de los locales cercanos ya cerró sus puertas al público.

"La situación está bien compleja"

En conversación con La Segunda, el empresario explicó que antes "tenía 24 empleados, ahora tengo 10. La situación está bien compleja para los que aún sobrevivimos. Un 30% de los locales ha cerrado y otros han cambiado de manos".

Respecto a las razones para mantener el negocio, Barraza afirmó que lo hace porque "damos trabajo a mucha gente. Y que es importante recuperar la 'zona cero'. No podemos dejar que esta parte del centro muera".

A su vez, indicó que los principales problemas que afectan a su rubro actualmente son "la falta de seguridad, delincuencia, los montones de personas que viven hace años en el parque, que el casco histórico está principalmente tomado por el comercio ambulante, por gente que duerme en las calles y que hay mucho problema con los migrantes".

"Todo el público que venía el fin de semana de paseo ya no viene porque les da miedo. Y a eso suma la gran vacancia de oficinas que dejó la pandemia, porque las grandes empresas se están yendo y el público ha bajado mucho, más del 50%", expresó.

"Este rubro es muy sensible"

Barraza continuó con su relato y afirmó que "se han establecido montones de personas durmiendo en las calles, las veredas y el parque. Nadie se hace cargo".

Por último, hizo hincapié en la variante de la inflación, destacando que "ya está pegando. Este rubro es muy sensible y, si las cosas se ponen complicadas económicamente, se cortan gastos como tomarse un café y comerse un trozo de torta. Y se ha notado... Clientes que antes se tomaban 4 o 5 cafés al día, ahora se toman 2".

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