Caso Narumi: Esto es lo que dice la creencia japonesa sobre los fallecidos cuyos cuerpos no son encontrados
Luego de semanas de juicio mediático, este martes Nicolás Zepeda fue condenado por la desaparición y muerte de su exnovia Narumi Kurosaki.
Pese a la sentencia, la familia de la japonesa no obtuvo el resultado que deseaban, no sólo porque no se consiguió la cadena perpetua, sino que además esperaban que el chileno en algún momento confesara.
Si bien en un principio querían conocer toda la verdad de lo sucedido la noche del 4 al 5 de diciembre del 2016, se dieron cuenta que no lograrían tener toda esa información, por lo que ya sólo pedían saber dónde estaba el cuerpo de la joven, y así poder hacer una ceremonia.
Esto se debe, principalmente, a que en la cultura japonesa se cree que si el cuerpo de una persona no recibe un tratamiento mortuorio, el alma de la persona queda errando en el lugar donde murió.
Debido a este punto, la familia quiere hacer ese rito y que su hija pueda reencarnarse en otra vida.
¿En qué consiste el ritual?
El funeral japonés, llamado soshiki, contempla casi en todos los casos la incineración del cuerpo, una costumbre que viene del budismo para que el alma y el cuerpo logren pasar junto a la nueva vida.
Pero antes de eso, los familiares del fallecido lo preparan, humedeciendo sus labios con agua, una práctica conocida como "agua del último momento". En tanto, al lado de la cama del difunto se coloca una pequeña mesa decorada con flores, incienso y una vela.
Luego el cuerpo se suele lavar y se bloquean los orificios con algodón y gasa, para después vestir al fallecido con un kimono. El cuerpo se pone sobre hielo seco en el ataúd, donde también se pueden colocar prendas, seis monedas para cruzar el Río de los Tres Cruces (camino al más allá) y otros artículos.
La tumba se debe posicionar con la cabeza hacia el norte o al oeste, ya que en el budismo en el occidente se encuentra el reino occidental de Amida Buda.
Muchos hogares cuentan con santuarios, los que son cerrados y se cubren con papel blanco, para mantener fuera a los espíritus impuros de los muertos.
Velatorio y funeral
Todos los invitados asisten vestidos de negro. En la ceremonia tiene lugar la quema de incienso o Shoko, para el cual se toma un poco de polvo con el dedo pulgar, el índice y el corazón de la mano derecha, levantando la palma hacia adentro hasta la altura de la frente. Luego se esparce el incienso en un quemador, manteniendo los dedos encima del recipiente.
Al día siguiente tiene lugar el funeral propiamente tal, donde se lleva a cabo una ceremonia similar, la que difiere en que el fallecido recibe un nuevo nombre budista, para evitar su regreso si se llama su nombre en vida.
Para la incineración, la familia presencia el deslizamiento del cuerpo a la cámara, luego se retiran y cuando el procedimiento está completo vuelven y recogen los restos. Primero retiran los huesos de los pies y al final los de la cabeza, para asegurar que el muerto no esté boca abajo en la urna.
En algunos casos, las cenizas se pueden dividir entre más de una urna y, dependiendo de la costumbre local, ésta puede permanecer en la casa de la familia o en el cementerio.
¿Dónde está el cuerpo de Narumi?
Étienne Manteaux, fiscal del caso Narumi, manifestó que "la hipótesis más probable" es que el cadáver de la víctima fuera "sumergido en el (río) Doubs" de Francia y Suiza.
Sin embargo, como Zepeda no ha confesado, y esto no ha podido ser confirmado.
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