"Tengo la imagen de personas pateándome": habla dueño de departamento saqueado por manifestantes en Santiago
Claudio Pacheco es el dueño del departamento que fue vandalizado y saqueado por desconocidos durante la conmemoración del Día del Joven combatiente en Santiago, Región Metropolitana.
Su departamento aún sigue con los vestigios de un violento actuar de sujetos que irrumpieron en su hogar, destruyendo la puerta, rompiendo vidrios y rayando paredes. En entrevista con LUN, dio a conocer su versión, asegurando desconocer por qué entraron a su departamento de esa forma.
"Tengo la imagen de personas pegándome"
Pacheco asegura que "no sé qué sucedió, ni qué motivó este ataque, porque no hacía ni diez minutos que había llegado a mi casa, cuando me encontré con este grupo de jóvenes que rompieron la puerta y arrasaron con todo".
Por la golpiza, dice que no recuerda mucho lo que sucedió: "Solo tengo la imagen de varias personas agarrándome de pelo y pateándome en el suelo, todos al mismo tiempo, mientras me sacaban de mi casa".
"Me bajaron los cinco pisos a punta de golpes, hasta que en un momento dejé de sentir dolor y solo me concentré en protegerme la cara y la cabeza", detalla el hombre de 42 años.
"Nos dejaron sin camas"
La propiedad es de sus padres y vive en el lugar junto a dos amigos, asegurando que "somos tipos trabajadores, tranquilos y nunca habíamos tenido problemas con nadie, ni con los vecinos, ni con el conserje y jamás nos ha dado por hacer cosas".
"Ahora mis amigos ni siquiera se pueden acostar en sus piezas, porque nos dejaron sin camas y estamos durmiendo en el living", lamenta.
Habían provocado a los manifestantes
Un vecino, que vive en el octavo piso del mismo edificio que Claudio, dice que el actuar de los manifestantes se debió a que los "del quinto piso no hicieron caso" a las sugerencias del conserje.
"Cerca de las cinco de la tarde, el conserje ya les había ido a golpear la puerta para pedirles que no molestaran a los manifestantes, ni les siguieran tirando cosas, porque podrían reaccionar mal y quebrar los vidrios, tal como ha pasado en otras protestas", acusa.
Esta versión la sostiene otra vecina del tercer piso, asegurando que se ha quedado sin vidrios en decenas de ocasiones, incluso en pleno invierno. "Ya ni sé cuánta plata he gastado", dice la jubilada, quien alega que el barrio se ha ido "destruyendo".
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