"Esto es crónico": vecinos de Peñablanca y Arica exigen mayor cobertura médica por exposición al arsénico y plomo
¿Qué pasó?
Vecinos de las localidades de Peñablanca y Arica tienen un problema en común: el arsénico. Han sido décadas expuestos a materiales tóxicos y niños y adultos han estado desarrollando enfermedades y complicaciones en su salud. Es por esto que exigen poder vivir en un ambiente libre de contaminación.
A metros del arsénico
Entre los años 1984 y 1985, la empresa minera sueca Boliden y la chilena Promel, enterraron residuos tóxicos en las cercanías de aquella localidad. Entre los metales, estaba el arsénico, plomo, entre otros. Eso no habría sido problema de no ser porque en 1990 una población se instaló a tan solo metros de la toxicidad.
Fueron viviendas sociales entregadas por el Estado chileno instalaba solamente 30 metros de estos tóxicos. En consecuencia, toda la comunidad estuvo expuesta al arsénico, causando graves problemas de salud. Pese a que se reubicaron los desechos a 800 metros como "medida temporal", los restos siguen cerca de la población y de ahí no se han movido.
Luz Ramírez es una de las afectadas. Ella se crió en la Villa Los Industriales, pero ahora vive a kilómetros para proteger a su familia, por ello, con su organización piden mayor cobertura médica.
Actualmente, es la presidenta de la fundación "Mamitas del plomo", madres que han tenido problemas de salud por este metal y, en consecuencia, también sus hijos.
"Esto es crónico", cuenta Luz, mientras revela los exámenes médicos que ha estado expuesto su hijo. Lo normal son 35 microgramos en la sangre, sin embargo, su hijo presenta 45, sobre la media.
Problemas de salud
De acuerdo a las guías del Ministerio de Salud, la cifra máxima que llega a ser considerada normal son 35 microgramos por litro en la sangre. No obstante, los hijos de las "Mamitas del plomo" registran sobre los 50.
"Mi hija nació el 2014 y ella presenta dolor de cabeza y de huesos", dijo una de las madres. "Mi hijo es alérgico, le salen granos, presenta recurrentes bronquitis y le salió alto en el examen del arsénico. Tiene 50,20 ml", agregó otra.
Es por ello que piden un cambio en la ley de los polimetales que fue promulgada hace diez años, en 2012, que tenía el objetivo de mitigar la contaminación en Arica. Esta normativa entrega cobertura de salud y mediciones periódicas de los metales en las localidades afectadas. Pero, solo hasta los bebés nacidos hasta 2012.
"Yo tengo arsénico y plomo y no se te pasa nunca. Mi hija también lo tiene. ¿Cómo puede caber la lógica de que si nacen después del 2012 no pueden tener arsénico si vivimos acá mismos?", advirtió una de las madres. Por ello, buscan que consideren a los bebés nacidos después de ese año.
"La exposición crónica aumenta la posibilidad de desarrollar cáncer, sobre todo en pulmón, pero también otros tipos de cáncer", indicó Andrei Tchernitchin, especialista en toxicología de la Universidad de Chile.
No hay agua potable
En Peñablanca, región de Valparaíso, ocurre una situación similar, solamente que el arsénico fue encontrado en el agua y para lamento de la localidad, no se sabe el real origen. Fue en noviembre del 2021 cuando se enteraron de que el agua que bebían de la llave tenía altos niveles de arsénico, teniendo más del doble del permitido.
Los vecinos de Peñablanca lo afirman. Rosalía Salazar, vecina de lugar, señala que "nosotros no podemos ocupar el agua potable. Tenemos que cocinar con el agua que nos pasan a dejar los camiones aljibe. Y para beber compramos el agua".
Al haber estado expuestos a este metal, el miedo a que haya problemas de salud, aumenta. "Para mí es un problema porque yo estoy operada de cáncer y nuevamente me encontraron problemas en la tiroides. No saben si el cáncer se me fue", lamenta Rosalía.
Es por ello que Marta Zamora, presidenta de la junta de vecinos Peñablanca, exige que "investiguen lo que puede estar causando este daño, que el agua esté contaminada. Nosotros lamentablemente estamos rodeados de relaves. La casa más cercana está a 800 metros.
Pese a que están metros de relevos, aseguran que no es por ello. "Los relaves no revisten los peligros de los tradicionales. Si hay lluvia, tenemos un sistema que captura estas agua a una máxima de 100 años", asegura el gerente de operaciones Las Cenizas-Cabildo, Hugo Flores.
Medidas a tomar
Desde la Seremi de Salud de Valparaíso, enviaron un oficio confirmando que el agua no es potable. En tanto, recomiendan la instalación de un sistema de tratamiento para el arsénico del agua para que pueda ser portable.
Si bien son medidas a largo plazo, la investigadora ambiental de la UPLA, Celine Laverge, recomienda que "las primeras medidas más fáciles de implementar son dos tipos o un sistema de columna que se queda con el arsénico y no se entrega un agua contaminada", la cual ha sido instalada en Arica y ha permitido reducir en al menos 80 veces los niveles de arsénico.