Los descargos de la mujer que se viralizó por video en Maitencillo: "Me defendí y tal vez me salí de madre"
¿Qué pasó?
En conversación con el matinal Mucho Gusto, la protagonista del video que se ha viralizado este fin de semana y que muestra a una mujer que ingresa a un restaurante de Maitencillo a increpar a unos veraneantes y exigirles que se vayan el balneario, entregó su versión de los hechos y explicó cómo se originó el incidente.
¿Qué dijo?
"Bien mata'o, pero bueno. Y descontextualizado", fueron las primeras palabras de la mujer, de nombre Bernardita, respecto a la viralización del video.
Aseguró que veranea en Maitencillo hace décadas junto a su familia. "Vacacionamos todos juntos, somos todos primos y siempre hemos tenido tranquilidad", expuso.
Sobre qué fue lo que la motivó a increpar a los veraneantes del local, expresó que "donde estaba el restaurante había un bosque y de repente empezaron a cortar los árboles, y dijeron que iban a poner un kioskito para tomar café. Y el kioskito se terminó convirtiendo en el Estadio Nacional".
Por esa razón, afirmó haber ido "mil veces y mi familia a hablar con él (dueño) y con el alcalde", agregando que "tuvimos mucho tiempo peleando con el dueño anterior, que era un prepotente, un pesado".
"Todo termina en la playa frente a la casa de nosotros, con el carrete... Era el baño de la playa, siempre con la música a todo chancho", manifestó molesta.
"Este año supimos que iba a empezar esta cosa", por lo que Bernardita fue en diciembre al local y le pidió al dueño que se "ubicara" con la música. "Yo me puse a hablar con él, pero me empezó a hablar puras tonteras y yo lo dejé ahí", sostuvo.
El día del conflicto
"Pero el otro día fui, porque ya era mucho. Para empezar, está pegado a mi casa, no tiene un cortafuegos, no tiene los metros correspondientes para estar al lado de mi casa. Se agrandó para delante", argumentó sobre el momento que se hizo viral. "Es una invasión que no corresponde", añadió.
"La gente me empezó a decir 'ándate', estaban felices con la música. Y me empezaron a tratar mal, y yo realmente me defendí. Quizá no fue la forma, me salí de madre, no tengo idea, yo tengo personalidad, qué sé yo", justificó Bernardita.
Sobre los problemas que dice sufrir respecto al local que tiene al lado de su domicilio, aseguró que siente "el lavado de los platos y el olor de papas fritas que da a mi terraza".
En cuanto a su actuar, reconoció que no fue el correcto, pero que no podía contener su molestia. "Si hubiese tenido un látigo, le hubiese pegado, porque de verdad es un porfiado. No se hace cargo".
También reconoce su error al haber increpado a los veraneantes, quienes no tenían responsabilidad en el hecho. "Me salí de contexto, no correspondía", dijo.